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Washington, (EFE).- El expresidente Donald Trump declaró que los cárteles de la droga ejercen un “fuerte dominio” sobre México, aseverando que esto es algo que no se debe “tolerar”.
Trump realizó estas afirmaciones en la Casa Blanca durante la ceremonia de firma de una ley que recibió amplio apoyo bipartidista en el Congreso, la cual incrementa las condenas por la distribución de fentanilo y sus análogos en suelo estadounidense.
“Hoy asestamos otra derrota a los despiadados narcotraficantes, criminales y a los cárteles, quienes controlan México. Intento ser cordial, pero tienen un fuerte control sobre México”, manifestó Trump.
“Debemos hacer algo al respecto, no podemos permitirlo. Las autoridades mexicanas están aterrorizadas, temen ir a trabajar porque los cárteles tienen el control sobre los políticos y los funcionarios electos”, agregó Trump, quien al asumir el cargo declaró a los principales cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.
Estos comentarios surgen después del reciente intercambio entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el abogado de Ovidio Guzmán, quien acusó a la mandataria de actuar como “el brazo de relaciones públicas de una organización narcotraficante”.
Sheinbaum calificó las declaraciones del abogado, Jeffrey Lichtman, como “irrespetuosas” hacia su cargo presidencial y anunció una demanda por difamación.
En el mismo evento, Trump instó a China a comenzar a aplicar la pena de muerte a los responsables del tráfico de fentanilo, una droga que ha provocado una grave crisis de salud en Estados Unidos.
“Creo que vamos a lograr que China imponga la pena de muerte a quienes fabrican este fentanilo y lo envían a nuestro país”, afirmó Trump.
“Creo que eso ocurrirá pronto”, añadió, rodeado de personas que sostenían retratos de sus familiares fallecidos por sobredosis de esta sustancia.
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Trump ha convertido la lucha contra el fentanilo en una de sus principales prioridades y ha aplicado aranceles tanto a China como a sus vecinos, México y Canadá, a los que responsabiliza de la entrada de esta droga a territorio estadounidense.
El fentanilo es un opioide sintético con una potencia 100 veces superior a la morfina y cincuenta veces mayor a la heroína, utilizado con fines médicos pero altamente adictivo y letal incluso en dosis muy pequeñas.
En los últimos años, los cárteles mexicanos han recurrido a precursores químicos provenientes de China para fabricar fentanilo de forma ilegal en laboratorios clandestinos y traficarlo hacia Estados Unidos, donde existe una grave crisis de adicciones.
En 2024, durante el último año de la administración de Joe Biden, se registraron 80,400 muertes por sobredosis en Estados Unidos, lo que representó una reducción del 27% con respecto al año anterior y el nivel más bajo desde 2019.
A pesar de esta disminución, el fentanilo, que frecuentemente se mezcla con otras drogas como la cocaína, sigue siendo responsable del 60% de las muertes por sobredosis.
La epidemia de opioides en Estados Unidos tiene sus orígenes en la década de 1990, cuando las farmacéuticas comenzaron a promocionar masivamente analgésicos recetados, minimizando sus riesgos de adicción.