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Este viernes, la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional dictó medidas de coerción contra Rosa María Apolinar y su madre, Rosi Rafaela Pulinario, imputadas por la muerte de Maireny Mateo el 7 de julio en el sector San Miguel, en el kilómetro 8 ½ de la carretera Sánchez.
Conforme a la decisión del tribunal, Rosa María deberá pagar un millón de pesos a través de una aseguradora, comparecer ante las autoridades regularmente y no podrá salir del país, debido a que la ley impide otra medida cautelar por su embarazo. En cambio, Rosi Rafaela deberá cumplir tres meses de prisión preventiva.
“¡Muy injusta fue la decisión de esa jueza!”, declaró Madresa Mateo, madre de la fallecida, ante los periodistas que cubren la fuente del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
Por su parte, Julio César Guerrero, abogado de la familia de Maireny, afirmó que las imputadas cometieron el crimen con asechanza, premeditación y alevosía.
“Aquí hay pena de 30 años para ambas”, aseguró el jurista.
Mientras tanto, una tía de la víctima agregó que Rosa María y su sobrina eran amigas, pero entraron en una disputa por el esposo de su pariente.
“Eran amigas. Maireny le estaba buscando trabajo y entraron en una disputa por el marido. Lamentablemente no hay ley para él, porque es el causante de esto. Él es un actor intelectual”, Marina Castillo, tía de la víctima.
Jorge Luis Vargas, abogado de Rosa María Apolinar y su madre, Rosi Rafaela Pulinario, aseguró que Maireny fue la causa de su propia muerte, ya que se trasladó a la casa de una de sus clientes con un arma blanca.
“Fue una imprudencia de parte de la occisa Maireny Mateo, ir a la casa de la madre de la imputada armada con un cuchillo, la atacó, le hizo una pequeña herida a nuestra representada y, en un instinto de supervivencia, ella respondió a la agresión, y ahí está el resultado”, declaró Vargas.