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Manifestó que las cifras del problema son preocupantes, pues datos del informe ChildLight 2024 señalan que cerca de 302 millones de niñas, niños y adolescentes -uno de cada ocho en el mundo- fueron víctimas de violencia en línea el último año.
Los monstruos existen y están en internet, advirtió Cristina Barrera, directora regional de la organización ChildFund América Latina y El Caribe, al alertar sobre los peligros detrás de una pantalla que exponen a los menores de la región a violencias.
A través de una metáfora visual que da rostro a los agresores virtuales, la organización busca visibilizar una violencia que ocurre a menudo en silencio, en las habitaciones de los hogares, alertó la directiva en una entrevista con EFE.
Es un llamado a la comunidad en general, a concienciar sobre este gran peligro que está tras las pantallas y que expone a muchas situaciones de violencia a nuestros niños, niñas y adolescentes, indicó Barrera.
Además, expuso que estas violencias vienen “enmascaradas detrás de una nueva amistad, un nuevo contacto, y que del otro lado de la pantalla son depredadores”.
Barrera dijo que la campaña ‘Los Monstruos en Internet son Reales’ fue lanzada por ChildFund en seis países de América Latina y tiene como objetivo ofrecer herramientas para prevenir y detectar estas amenazas digitales.
Afirmó que las cifras del problema son alarmantes, pues datos del informe ChildLight 2024 indican que cerca de 302 millones de niñas, niños y adolescentes -uno de cada ocho en el mundo- fueron víctimas de violencia en línea el último año.
“Cada 19 segundos un depredador puede iniciar una conversación con un niño, una niña o un adolescente”, reveló Barrera.
El doble filo de la era digital
Estas interacciones, explicó, suelen comenzar con juegos en línea o redes sociales, donde los agresores se presentan como amistades inofensivas y ganan la confianza de los menores.
Además, las redes sociales o juegos en línea se han convertido en canales habituales para el acercamiento de los agresores.
“Las redes sociales no son seguras, especialmente para nuestra región. Tanto en Europa como en Estados Unidos hay restricciones más fuertes, cuidados más estrictos, pero en América Latina esto es mucho más laxo”, advirtió.
La directora regional de ChildFund también subrayó el uso de inteligencia artificial para crear contenidos de abuso infantil sin necesidad de una víctima real, lo cual normaliza y promueve su consumo.
“Esto está promoviendo más el consumo, haciéndolo ver como algo normal”, afirmó.
A esto se suman otros riesgos como el ‘grooming’, la ‘sextorsión” y el ‘ciberacoso’, que afectan a menores de edad incluso dentro de sus propias casas y que pueden llevar a extremos como el suicidio.
“Para muchos padres, entregarles un dispositivo a un niño es como darles un gran regalo de cumpleaños, sin saber que es el equivalente a darle la llave de un vehículo a un niño de 10 años y ponerlo en una autopista de alta velocidad”, señaló.
Barrera enfatizó la importancia del acompañamiento y cercanía familiar, al señalar que los cambios de comportamiento son las primeras señales de alerta.
“Cuando el niño ya no quiere salir de su habitación, cuando tiene miedo, cuando no quiere contar nada, es cuando debemos estar más atentos”, dijo.
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