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Alejandra Locomotora Oliveras falleció este lunes, a los 47 años. Desde el Hospital José María Cullen, de la ciudad de Santa Fe, donde permanecía internada desde el lunes 14 de julio tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico, se brindaron detalles sobre sus últimas horas y la causa de su deceso.
“Lamentablemente hoy a la tarde, la paciente Alejandra Oliveras sufrió un shock con una hipoxemia severa como consecuencia de una embolia pulmonar masiva que derivó en un paro cardiorrespiratorio refractario. Por más que se implementaron las medidas, lamentablemente se produjo el fallecimiento”, indicó el director del nosocomio, Bruno Moroni.
“Era una de las posibilidades, este tipo de pacientes siempre son críticos y en ese contexto siempre se evalúan, y una de las posibilidades es que ocurra este fallecimiento”, añadió Moroni.
Luego, Néstor Carrizo, jefe de Terapia del Hospital Cullen, dio más precisiones: “La realidad es que ella venía teniendo una evolución clínica estable, pero siempre estos pacientes pueden experimentar complicaciones, desde el inicio a la familia le fuimos claros sobre cuáles eran las complicaciones; entre ellas, los eventos cardiorrespiratorios graves”
“Se iniciaron las medidas de tratamiento, paralelamente se hicieron estudios ecográficos que evidenciaron signos indirectos, pero muy objetivos de embolia pulmonar masiva. A pesar de todo el tratamiento, se dio la evolución en forma refractaria con un paro cardiorrespiratorio”.
El terapista fue consultado sobre si la quita del respirador artificial pudo ser el detonante, y explicó: “Esto no tiene nada que ver con la secuencia de la desconexión del respirador, esto es como consecuencia de un evento de embolia de pulmón, incluso se pudo constatar una trombosis venosa en extremidades inferiores y los signos ecocardiográficos eran de un evento de embolia pulmonar masiva.
“A las 16 horas fallece”, indicó. “Evidentemente pudiera haber tenido un estado protrombótico, porque ella primero ingresa con un diagnóstico de ACV isquémico con una obstrucción de carótida derecha y que en catorce días haga otro evento trombótico, en este caso venoso, del grado y la magnitud que hizo, que no nos dio posibilidad”, sumó sobre una de las posibles causas de su internación.
“Probablemente, ella haya tenido un estado trombótico, tanto a trombosis arteriales como venosas”, agregó con respecto a las condiciones preexistentes de Oliveras.
Oliveras había mostrado signos de mejora e, incluso, había abierto los ojos. Es por eso que el doctor fue consultado por esas circunstancias y explicó: “Ella mantuvo, hasta momentos previos a este evento repentino, neurológicamente sus fluctuaciones, con momentos de apertura ocular y demás, pero conciencia del todo nunca tuvo”.
“En cuanto al nivel de consciencia era variable, tenía momentos de apertura ocular y otras veces donde tenía los ojos cerrados”, sumó.
“No pensamos que la cirugía haya tenido relación con el ACV. Seguramente estuvo relacionado a la trombosis carótida derecha que haya hecho una embolia arterial”, añadió a su explicación.
Sobre el final de la conferencia, el doctor Carrizo manifestó su tristeza y la del personal que atendió a la Locomotora durante su estadía en el hospital: “La realidad es que estamos tremendamente angustiados todo el equipo de salud que hicimos todo lo posible desde el primer instante que ella ingresó al hospital con un abordaje multidisciplinario”.
A lo largo de su carrera, la peleadora jujeña tuvo un total de 38 combates, en los que registró 33 victorias, 16 de ellas por nocaut, sumado a tres derrotas y dos empates, según detalló el portal especializado Box Rec. Su primera caída fue en el Luna Park contra su compatriota, Marcela La Tigresa Acuña, quien le arrebató el título del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en 2008 por la categoría Supergallo en un combate envuelto en polémica: se cayó en el quinto round después de recibir un golpe en la nuca que catalogó de “antirreglamentario” y, tras la velada, expresó que el jurado le robó el combate. “Quiero recuperar lo mío frente a ella”, contó. Nunca se produjo esa revancha.
Oliveras fue dueña de seis títulos mundiales en cinco categorías diferentes. El primero de ellos fue el cinturón de la CMB en 2006 que perdió con Acuña. Desde el día que lo obtuvo, solo pensó en una cosa. “Comencé mi camino para convertirme en la primera boxeadora de la historia en ganar cuatro títulos mundiales en todas las categorías de peso. En 2015, alcancé esa meta y gané el récord mundial Guinness. Cada pelea por el título terminó en nocaut”, escribió en una nota para el portal Orato World. Se compró sus primeros guantes después de ser campeona mundial. Antes, peleaba con guantes prestados de los sparrings.
En una entrevista con Infobae, la jujeña había contado algunos detalles de su infancia antes de subirse al cuadrilátero: “Yo vengo de una familia muy humilde. Vengo de la miseria, la pobreza y el hambre… Vengo de no tener zapatillas, de andar en alpargatas, de comer polenta todos los días y anhelar un asado. Eso fue lo que me hizo soñar con que algún día lo iba a tener todo. Algún día iba a tener una casa, un par de zapatillas que iban a ser de color blanco, que de hecho lo fueron… A mí me faltó todo, pero nunca amor”. “Cuando tenía hambre y me dolía la panza y la cabeza y no encontraba comida ni siquiera un pedazo de pan duro, mataba palomas para comer”, confesó. Se fue con su familia a Córdoba cuando tenía un año y, a los 7, empezó a trabajar junto a su padre en el campo. Llegó a aprender a manejar un tractor y a palear camiones.
Los logros de toda una vida también la impulsaron a ser elegida en una selecta nómina: “El viernes 9 de febrero (de 2024), los seis cinturones fueron llevados a la Fundación Eira para su exhibición. Es una fundación para chicos que salen de las adicciones. Allí me entregaron el premio ya que soy la primera mujer en ingresar al Salón de la Fama del Boxeo Sudamericano. Vinieron desde Caracas a entregármelo”.
En su juventud, la Locomotora fue víctima de violencia de género por parte de su -en ese entonces- pareja, pero un hecho marcó su vida para siempre: “Cuando le pegó a nuestro hijo, le dije: ‘Basta asesino, criminal’. Me golpeó fuerte. Y yo dije: ‘Esta es la última vez, me voy a defender’. Me empecé a entrenar, pero es psicológico el tema. Es el miedo que no te deja actuar, que te paraliza. Y yo enfrenté mi miedo y me defendí”. Este momento, sus condiciones de vida y su idolatría por Mike Tyson la empujaron a dedicarse profesionalmente al boxeo: “Lo elegí porque no tenía otra, no tenía ni para comer. No podía estudiar y quería estudiar. Mi sueño era ser abogada, bailarina, cantante, karateca y astronauta, eso decía que iba a ser a los 12 años. Yo quería hacer cinco profesiones y por supuesto no podía, porque la universidad me quedaba a 100 kilómetros”. Fue entrenada por el mítico Amílcar Brusa, quien integra el Salón de la Fama del Boxeo Mundial.
Esas experiencias forjaron un ánimo indestructible, y la llevaron a dar charlas sobre su vida y mensajes motivacionales a sus seguidores en redes sociales, donde los invitaba a “luchar por sus sueños”. Muchas personas comenzaron a pedirle su opinión para resolver sus problemas: “Me piden consejos y a todos se los doy desde el corazón”. Eso la llevó a inscribirse en la carrera de psicología brindada por la Universidad de Morón para adoptar herramientas profesionales sobre el asesoramiento a cada persona en este ámbito. “A mí me hubiese encantado que me digan ‘vos podés’. Esto que soy hoy se da porque primero me tuve que motivar a mí”, se sinceró.
Según había contado en un reportaje con Infobae en 2024, Alejandra Oliveras reveló que haría teatro en 2025 luego de ser contratada por Pardo Producciones e incluso adelantó que pondrían un ring en el escenario. “No puedo decir nada más”, deslizó en aquella oportunidad.
Por otro lado, la mujer señaló cuál era el mayor anhelo de su vida: “Sueño con hacer mi película, la historia de mi vida. Quiero a través de mi historia ayudar a muchísimas personas que creen que la vida es una mierda o que la vida es para sufrir. Te puede tocar lo peor, pero de vos depende como actuar frente a ello. Y por eso quiero hacer la película… para ayudar al mundo”.
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