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Tener más de tres hijos es inusual en las familias actuales. Pero, esperar el sexto retoño de los famosos dominicanos Al Horford y Amelia Vega, no sorprende demasiado y causa muchas reacciones en el mundo del deporte y el espectáculo: tras cinco, completar una media docena de descendientes es inminente.
Ahora, no solo son referentes dominicanos por sus éxitos profesionales, sino también por la valentía de hacer lo que ya muy pocos se atreven, y no solo por lo económico: asumir la responsabilidad de una familia numerosa.
Más que asombroso, es admirable que una reina de belleza con título de Miss Universo como Amelia, dedique su cuerpo y su vida a la maternidad, sin darle importancia a las marcas que puedan quedar en su vientre por los embarazos y los cambios corporales, las secuelas de años de trasnochar y otros sacrificios propios de las madres de antaño.
No basta con tener mucho dinero, para nadie es un secreto que, aunque se tenga un séquito de sirvientes, para muchos momentos de la maternidad no funcionan los sustitutos, sobre todo si es una madre presente como ha demostrado ser Amelia. Lo mismo aplica para un padre de verdad, como se asume en cuerpo y alma el exitoso basquetbolista de la NBA.
Hoy, la pareja Horford-Vega también hace historia, al recordarnos las familias de otras décadas, en las que las mujeres daban a luz numerosos hijos y si eran pobres, daban a luz aún más.
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