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WASHINGTON — El presidente estadounidense Donald Trump promulgó el viernes su paquete de recortes fiscales y de gasto público ante los asistentes al picnic del Cuatro de Julio, tras obtener un respaldo casi unánime de los republicanos en el Congreso para la prioridad de política interna que podría cimentar el legado de su segundo mandato.
Rodeado por legisladores republicanos y miembros de su gabinete, Trump firmó la ley multimillonaria sobre un escritorio en la entrada de la Casa Blanca, luego golpeó el mazo que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, le regaló y que se usó en esa cámara durante la aprobación final del proyecto de ley el jueves.
Superando obstáculos que a veces parecieron insalvables, Trump consiguió su objetivo de celebrar una victoria legislativa histórica — y divisiva — a tiempo para el cumpleaños de la nación, que también era el plazo que él se había fijado para que el Congreso enviara el proyecto de ley a su escritorio. Aviones de combate y bombarderos furtivos surcaron el cielo sobre el picnic en la Casa Blanca.
“Estados Unidos está ganando, ganando, ganando como nunca antes”, declaró Trump, aludiendo a los bombardeos del mes pasado contra el programa nuclear de Irán, una ofensiva conmemorada por los sobrevuelos de las aeronaves, según explicó. “Promesas hechas, promesas cumplidas y las hemos cumplido”.
La Casa Blanca estaba decorada con banderines rojos, blancos y azules para las festividades habituales del Cuatro de Julio. La Banda de la Marina de Estados Unidos interpretó marchas patrióticas y, en un toque característico de Trump, melodías de iconos del pop de la década de 1980 como Chaka Khan y Huey Lewis. Hubo tres sobrevuelos separados.
Trump habló durante unos relativamente breves 22 minutos antes de firmar el proyecto de ley, pero era evidente que se sentía muy animado, ya que la aprobación de la legislación coronó una reciente racha de victorias para su gobierno. Eso incluyó la campaña contra Irán y una serie de fallos de la Corte Suprema federal por los que él había luchado.
Tras el anochecer, se escucharon cánticos de “Estados Unidos, Estados Unidos” desde la multitud en el picnic en el Jardín Sur cuando Trump y la primera dama Melania aparecieron en el Balcón Truman para ver los fuegos artificiales. Bailaron al ritmo de la canción “Y.M.C.A.” y se despidieron de los asistentes antes de partir hacia su casa en Nueva Jersey.
La legislación presupuestaria es la victoria más destacada del presidente hasta ahora. Incluye promesas clave de campaña, tales como que no haya gravámenes sobre las propinas ni sobre los ingresos proporcionados por el Seguro Social. Trump, quien dedicó una cantidad inusual de tiempo a agradecer a legisladores republicanos específicos que impulsaron la medida en el Congreso, expresó que “nuestro país va a ser un cohete, económicamente”, debido a la nueva ley.
Los críticos arremetieron contra el paquete, considerándolo un regalo a los ricos que privará a millones de personas de bajos ingresos de su seguro de salud, asistencia alimentaria y estabilidad financiera.
“Hoy, Donald Trump promulgó la peor ley destructora de empleos en la historia de Estados Unidos. Le quitará la atención médica a 17 millones de trabajadores para financiar enormes regalos fiscales a los ricos y grandes corporaciones, lo que equivale al mayor robo de dinero a la clase trabajadora por parte del país para dárselo a los ultrarricos”, denunció la presidenta de la confederación sindical AFL-CIO, Liz Shuler, en un comunicado. “Todos los miembros del Congreso que votaron a favor de este proyecto de ley devastador robaron los bolsillos de los trabajadores para entregarles a los multimillonarios un regalo de 5 billones de dólares”.
La ley extiende los recortes fiscales por varios billones de dólares implementados por Trump en 2017, y recorta el Medicaid y los cupones de alimentos en 1,2 billones de dólares. Proporciona un aumento masivo en las medidas para controlar la inmigración. El encargado de llevar los registros del Congreso — un organismo no partidista — pronostica que esta ley provocará que casi 12 millones de personas pierdan su seguro de gastos médicos.
La ley fue aprobada el jueves en la Cámara de Representantes en una votación en la que los legisladores se mantuvieron en gran medida en la postura de su partido. Ello culminó una labor de meses del Partido Republicano para incluir la mayoría de sus prioridades legislativas en un solo proyecto de ley presupuestario, el cual pudiera ser promulgado sin que los demócratas del Senado pudieran bloquearlo indefinidamente mediante maniobras dilatorias.
En el Senado se aprobó por diferencia de un solo voto, después de que el republicano Thom Tillis anunció que no se presentaría a la reelección tras enojar a Trump al oponerse a la nueva ley. Vance tuvo que emitir el sufragio de desempate.
En la Cámara de Representantes, donde dos republicanos votaron en contra, uno de ellos — el inconformista conservador Tom Massie — también se ha convertido en blanco de la operación política de Trump, la cual está bien financiada. Ningún demócrata votó a favor del proyecto de ley.
La nueva ley equivale a un rechazo de los programas de los dos últimos presidentes demócratas, Barack Obama y Joe Biden, al revertir la expansión del Medicaid de Obama bajo su emblemática Ley de Cuidado de Salud Asequible y los créditos fiscales de Biden para la energía renovable.
La Oficina de Asuntos Presupuestarios del Congreso calcula que el paquete agregará 3,3 billones de dólares al déficit durante la década y 11,8 millones de personas más se quedarán sin cobertura de salud.
El presidente del Comité Nacional Demócrata, Ken Martin, dijo el viernes que el proyecto de ley es “devastador”. En un comunicado, señaló que la firma de Trump en la legislación “selló el destino del Partido Republicano, consolidándolos como el partido de los multimillonarios y los intereses especiales, no de las familias trabajadoras”.
Pronosticó que, a consecuencia de ello, los republicanos perderían su mayoría en el Congreso. “Esto fue una traición total al pueblo estadounidense”, denunció Martin.
Trump se quejó el viernes de que los demócratas se opusieran al proyecto de ley, “y sabíamos eso, porque su odio hacia el país o hacia mí o ambos es tan grande que no votaron en absoluto y es terrible”.
Dijo que la “frase estándar” de ellos es decir que la legislación republicana es “peligrosa” o que “todos van a morir” y “no podemos dejar que se salgan con la suya”. Con el proyecto de ley de Trump, señaló, “es en realidad todo lo contrario, todo el mundo va a vivir”.
“Y sólo quiero que sepan, si ven algo negativo publicado por los demócratas, es todo un engaño”, apuntó el mandatario, defendiendo un paquete que ahora es ley.
En declaraciones en Iowa el jueves por la noche, Trump dijo que los demócratas “odian a Trump, pero yo también los odio a ellos”.
El paquete seguramente será un punto controversial en las elecciones de mitad de período del próximo año, y los demócratas están haciendo planes ambiciosos para mítines, campañas de registro de votantes, publicidad para atacarlo, giras en autobús e incluso una vigilia de varios días, todo destinado a resaltar los elementos más controvertidos.
A su regreso a Washington el viernes temprano, Trump dijo que el paquete era “muy popular”, aunque las encuestas sugieren que la opinión pública al respecto está dividida, en el mejor de los casos.
Por ejemplo, una encuesta de The Washington Post/Ipsos encontró que la mayoría de los adultos estadounidenses apoyan aumentar el crédito fiscal anual por hijos y eliminar los impuestos sobre la renta a las propinas, y aproximadamente la mitad respalda los requisitos de que algunos adultos con acceso al Medicaid trabajen.
Pero la encuesta encontró que la mayoría se opone a reducir la financiación federal para la asistencia alimentaria a familias de bajos ingresos, y a gastar unos 45 mil millones de dólares para construir y mantener centros de detención de migrantes. Aproximadamente el 60% dijo que era “inaceptable” el pronóstico de que el proyecto de ley aumentará la actual deuda federal de 36 billones de dólares en más de 3 billones durante la próxima década.
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