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Comprar zapatos es uno de los grandes placeres femeninos. Y es que no hay nada mejor que estrenar un calzado precioso para completar un look fabuloso.
Aquí viene el “pero”… Pero a veces esa emoción se esfuma, terminando en dolor y ampollas, provocando que ese lindo calzado que admiraste por semanas en la vitrina, y quizá ahorraste quincenas para adquirirlo; termine encerrado en la oscuridad de tu armario por meses o tal vez por años.
A todas les ha pasado, y la buena noticia es que existen algunos trucos que no permitirán que al ponértelos nuevamente, llegues a los lugares con cara de dolor y los pies destrozados.
Medias o calcetines gruesos: es el truco más popular para ensanchar los zapatos. Usa en casa los zapatos nuevos con medias deportivas gruesas, esto ayudará a que la piel del zapato se estire y ya no te queden apretados. También puedes rellenarlos con papel periódico y dejarlos así por unos días.
Secador de pelo: El secador de pelo o blower no solo puede hacer que tu cabello luzca hermoso para esa actividad, también es un aliado para que te sientas cómoda en tus zapatos y así evitar pies enrojecidos. Calienta suavemente los zapatos con el secador de pelo para que la piel se vuelva más flexible.
De caliente a frío: Mencionamos arriba el calor del secador, pero si no tienes, el congelador puede hacer la misma función. Coloca los zapatos en una bolsa de plástico y mételos en el congelador del refrigerador para lograr que estos se ensanchen.
Almohadillas de gel: En diferentes tiendas físicas y virtuales puedes adquirir almohadillas de gel para calzado. Estas evitarán que te salgan ampollas en los talones, dedos y en la parte lateral del pie, por la fricción.
Vaselina o crema: esto también funciona. Aplicar uno de estos dos productos en las zonas donde suelen salir ampollas, evitará la fricción.
En resumen, evitar las terribles ampollas y el dolor, ¡es posible! para disfrutar los zapatos nuevos desde el primer paso.
El material
El material también influye en los trucos para ensanchar los zapatos correctamente, pues cada uno reacciona de manera diferente a los métodos.
Para zapatos con tejidos sintéticos el calor ayuda, puedes usar un secador de pelo, pero hazlo con cuidado, y no los expongas a temperaturas extremas y por tiempo prolongado. En cuanto a zapatos de cuero, puedes utilizar productos que hidraten el material y luego introducir papel periódico por unos días.
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