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Las redes sociales, los podcasts y los medios digitales han vuelto populares términos como presupuesto, fondo de reserva o libertad financiera. Hoy, incluso los más jóvenes saben la importancia de ahorrar o invertir.
La inflación ha obligado a muchas familias a replantear sus hábitos de consumo. Según datos del Banco Central, la subida de precios de alimentos, transporte y servicios ha tenido un impacto directo en la capacidad de compra de los hogares.
Ya sea para adquirir una vivienda, iniciar un negocio o viajar al extranjero, las personas entienden que sin planificación financiera no es posible lograr metas concretas. Esto ha generado un incremento en la demanda de asesoría financiera y el uso de herramientas como apps de gastos u hojas de cálculo personalizadas.
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El uso del crédito ha dejado de ser una solución temporal para convertirse, en algunos casos, en una carga. Cada vez más dominicanos optan por consolidar deudas, refinanciar préstamos o simplemente dejar de usar la tarjeta de crédito como una extensión del sueldo.
Aunque aún queda camino por recorrer, ya se vislumbran esfuerzos de instituciones, bancos y entidades educativas para fomentar una cultura de educación financiera desde edades tempranas.
No se trata de ser un experto en finanzas, sino de aplicar algunos principios básicos:
Revisar tus finanzas no es solo un tema de dinero. Es una forma de obtener tranquilidad, planificar mejor tu futuro y tomar el control de tus decisiones.
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