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NUEVA ORLEANS — Un gran jurado federal inculpó el viernes a la alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, por conspiración, fraude y obstrucción en una pesquisa sobre señalamientos de que intentó encubrir un vínculo sentimental con su escolta.
La acusación es el punto final de una extensa investigación federal sobre la primera mujer alcaldesa en la historia de 300 años de la ciudad.
Su guardaespaldas, Jeffrey Vappie, se ha declarado no culpable tras ser acusado de fraude electrónico y de hacer declaraciones falsas. Se le imputa haber ocultado una relación romántica con Cantrell y de presentar registros de nómina falsos asegurando que estaba en servicio. Vappie, quien se jubiló del departamento de policía el año pasado, está programado para juicio en enero.
Los fiscales federales han acusado a Vappie y Cantrell de intercambiar mensajes cifrados a través de una aplicación para no ser descubiertos, borrando luego las conversaciones. La alcaldesa y Vappie han dicho que su relación es estrictamente profesional.
En 2021, “Cantrell y Vappie entablaron una relación personal e íntima. Para encubrir su relación y maximizar su tiempo juntos, Cantrell y Vappie explotaron sus cargos públicos para desarrollar e implementar un plan para defraudar” a la ciudad, dice la acusación formal.
El FBI y el fiscal general de Estados Unidos tenían previsto ofrecer una rueda de prensa el viernes por la tarde.
La oficina de la alcaldesa no respondió de inmediato a un mensaje telefónico o correo electrónico de The Associated Press solicitando comentarios.
Cantrell, quien tiene un límite de mandato, dejará el cargo en enero. La demócrata ha tenido roces con los miembros del Concejo Municipal durante un turbulento segundo mandato y sobrevivió a un intento de destitución en 2022.
“Este es un día aciago para la gente de Nueva Orleans”, dijo Monet Brignac, portavoz del presidente del Concejo Municipal, JP Morrell. “Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia Cantrell mientras navegan por este difícil momento”.
Cantrell no ha publicado ningún mensaje en su cuenta oficial en la red social X, antes conocida como Twitter, desde el 15 de julio, cuando dijo que la ciudad estaba experimentando descensos históricos en la criminalidad.
A medida que se aproxima a sus últimos meses en el cargo, Cantrell ha distanciado a antiguos confidentes y partidarios, y su perfil cívico ha disminuido. Sus logros iniciales se vieron empañados por heridas autoinfligidas y agrias disputas con un concejo municipal hostil, según observadores políticos. El rol de la alcaldesa se ha debilitado tras los cambios aprobados por los votantes en la carta de la ciudad con el fin de limitar su autoridad.
Cantrell y sus restantes aliados aducen que ha sido injustamente atacada como mujer negra y sometida a un rasero distinto al de los funcionarios varones, con sus poderes ejecutivos saboteados. A principios de este año, Cantrell dijo que ha enfrentado un trato “muy irrespetuoso, insultante, en algunos casos algo inimaginable”.
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