Salud

Amar para curar: el efecto del amor en el bienestar humano

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Distintos estudios han revelado que las personas que aman, independientemente de su género, suelen ser más felices y tener un mejor estado de ánimo.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Distintos estudios han revelado que las personas que aman, independientemente de su género, suelen ser más felices y tener un mejor estado de ánimo. Sienten mayor satisfacción con la vida, lo que se traduce en niveles de estrés más bajos y mayor resiliencia emocional.

Escuchar la frase “tienes que sanar para amar” puede ser un llamado a la introspección, pero ¿qué pasaría si consideráramos la perspectiva inversa? “Amar para sanar” podría ser una herramienta poderosa para mejorar nuestro bienestar emocional y físico.

Si bien los resultados de estudios sobre el amor pueden parecer muy subjetivos, la ciencia respalda su impacto positivo en nuestra salud.

Las relaciones sólidas y de apoyo son cruciales para nuestro bienestar. Cuando recibimos apoyo emocional y ayuda de nuestros seres queridos, somos más capaces de afrontar los factores estresantes diarios, lo que conlleva una mejor salud general.

Estos lazos se asocian con una disminución de los niveles de cortisol, lo que mejora la respuesta del sistema inmunológico y reduce el estrés cardiovascular. Las conductas afectuosas, como los abrazos y la comunicación positiva, favorecen la liberación de oxitocina, una hormona que promueve sentimientos de cercanía y confianza.

Distintos estudios han revelado que las personas que aman, independientemente de su género, suelen ser más felices y tener un mejor estado de ánimo. Sienten mayor satisfacción con la vida, lo que se traduce en niveles de estrés más bajos y mayor resiliencia emocional.

Es fundamental entender el amor no solo como un sentimiento romántico, sino como un estado de ser que puede cultivarse a través de relaciones familiares, amistades y, por supuesto, con nuestras mascotas.

En la actualidad, las mascotas han ganado un rol especial en nuestras vidas, ofreciendo compañía y llenando vacíos emocionales. Brindan amor incondicional y apoyo, y su interacción puede reducir los niveles de cortisol, aumentando la producción de serotonina y dopamina, neurotransmisores relacionados con la felicidad. Acariciar a un perro o un gato se ha demostrado como una forma efectiva de calmar la mente y reducir la ansiedad.

Las mascotas, especialmente perros y gatos, ofrecen una presencia constante que ayuda a combatir la soledad, proporcionando una rutina diaria y un sentido de propósito, factores esenciales para el bienestar emocional incluida desde 1943 en la teoría de las necesidades humanas de Abraham Maslow, uno de los factores fundamentales de su pirámide es la necesidad de vínculo.

Las mascotas de apoyo emocional cada vez son más utilizadas en estrés postraumático y ansiedad a diferencia de los animales de servicio que requieren entrenamiento para lidiar con personas con condiciones especiales, estos animales no requieren entrenamiento, sin embargo, existen algunas razas cuyos rasgos de su personalidad los hacen más idóneos para el apoyo emocional, porque son más fáciles de cuidar.

Estos animales están regulados en muchas ciudades y son prescritos por profesionales de la conducta, de este modo son permitidos en viviendas donde las mascotas no son bienvenidas.

En resumen, cultivar el amor en nuestras vidas, ya sea a través de relaciones humanas o con nuestras mascotas, es esencial para mantener un equilibrio emocional y físico. Amar y ser amado no solo nos da felicidad, sino que también nos ayuda a encontrar un propósito, promoviendo una vida plena y saludable.

En un mundo donde las carencias afectivas se han convertido en uno de los males modernos, ante cualquier desequilibrio o circunstancia, el amor siempre resulta un recurso poderoso para la sanación.

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