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Tengo que admitir que aún no había visto la serie “The Studio”, producida por Apple TV+. Al fin verla, me produjo una grata complacencia. Sus diez episodios me cautivaron. La serie me hizo reír a morir; cada una de las ocurrencias me sacó carcajadas a pleno pulmón, haciendo “imposible” apartar mi mirada de la pantalla.
Dirigida por el dúo canadiense Seth Rogen — quien además interpreta a Matt Remick — y Evan Golberg, “The Studio” es una radiografía del mundo que reside en cada recoveco del negocio del séptimo arte.
“The Studio” es una especie de “Behind the scene” realista y divertida, que nos hace reír a mandíbula batiente, pero también nos lleva a la reflexión sobre esta industria que funciona como una “fábrica de sueños”, con seres humanos que se comportan como semidioses en el mundo real que les rodea, y donde las pasiones más reprochables afloran en la interacción diaria.
Cada capítulo es una película y una “cura” infalible; de los diez, los que más disfruté son “La Oncóloga Pediatra”, “La Presentación” y “Los Globos de Oro”, que mostraron situaciones muy heterogéneas y graciosas. Los guionistas son los mismos dos directores, apoyados por Peter Huyck, Frida Perez y Alex Gregory, dándoles a los libretos una creatividad asombrosa, sobre todo en cada uno de sus diálogos.
Con 81 nominaciones a los premios Emmy y camino por aclamación a una segunda temporada, “The Studio” exhibió a grandes estrellas de cine, lo que sin duda disparó enormemente el presupuesto de la película.
Humor negro, crítica mordaz, personajes que requieren ayuda psiquiátrica, un laberinto que expone la realidad más cruda de la Meca del Cine: esa es la serie “The Studio”, una risa lisérgica del séptimo arte.
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