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Así surgió el Día del Internauta: un acontecimiento que transformó la historia de Internet

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Se recuerda cómo, hace 34 años, se puso a disposición de cualquier persona una ventana hacia el intercambio de información sin restricciones.

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El 23 de agosto se conmemora el Día del Internauta, una fecha que evoca el instante en que la primera página web se abrió a la esfera pública, estableciendo los cimientos de la era digital que hoy conocemos. Se recuerda cómo, hace 34 años, se puso a disposición de cualquier persona una ventana hacia el intercambio de información sin restricciones.

A fines de la década de 1980, la comunidad científica internacional experimentaba serias trabas para compartir hallazgos y publicaciones de forma ágil y eficiente. Ante este desafío, el físico británico Tim Berners-Lee ofreció una solución visionaria que cambiaría la historia de la comunicación global.

El propio Berners-Lee cuenta que, desde niño, la curiosidad por la tecnología superó incluso su afición por los trenes: “Creé algunos aparatos electrónicos para controlar los trenes. Luego, me interesé más por la electrónica que por los trenes. Más tarde, en la universidad, construí una computadora con un viejo televisor”.

Tras concluir sus estudios en la Universidad de Oxford y comenzar a trabajar como ingeniero de software en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), el prestigioso laboratorio de física de partículas cercano a Ginebra, Berners-Lee observó la dificultad de los científicos para compartir información, dado que cada ordenador operaba de manera distinta y exigía accesos individuales: “A menudo era más fácil ir a preguntar a la gente cuándo estaban tomando un café…”, recuerda.

En marzo de 1989, concibió una solución basada en el concepto de hipertexto, capaz de conectar millones de computadoras ya enlazadas por Internet. Tituló su propuesta “Gestión de la Información: Una Propuesta”, aunque al principio no fue recibida con entusiasmo. El supervisor de Tim, Mike Sendall, llegó a calificar su proyecto como “Vago pero emocionante”. Sin embargo, Sendall permitió que Berners-Lee continuara su trabajo y en septiembre de 1990 inició el desarrollo intensivo en un ordenador NeXT.

En tan solo unos meses, Berners-Lee sentó las bases de la infraestructura que perdura en la actualidad. Redactó y programó tres tecnologías clave: HTML (Lenguaje de Marcado de Hipertexto), la estructura fundamental para construir páginas web; URI (Identificador Uniforme de Recursos), que permite distinguir cada recurso mediante una dirección única, conocida también como URL; y HTTP (Protocolo de Transferencia de Hipertexto), el mecanismo esencial para recuperar y mostrar los recursos enlazados. Además, Tim desarrolló tanto el primer editor y navegador de páginas web, llamado “WorldWideWeb.app”, como el primer servidor web, llamado “httpd”.

El hito culminante llegó a finales de 1990, cuando la primera página web fue publicada en el servidor del CERN, y en ella se explicaba cómo crear páginas y usar el hipertexto. El 23 de agosto de 1991, personas ajenas al CERN recibieron la invitación para integrarse a la nueva comunidad, marcando así el nacimiento de la web abierta. La página aún está disponible en su interfaz original, la cual fue reconstruida con fines educativos (https://line-mode.cern.ch/www/hypertext/WWW/TheProject.html).

Para Berners-Lee, el verdadero potencial de la web solo se alcanzaría si cualquier persona, en cualquier lugar, pudiera unirse a la red sin pagar regalías ni solicitar permisos. Así lo explicó: “Si la tecnología hubiera sido propietaria y estuviera bajo mi control total, probablemente no habría despegado. No se puede proponer que algo sea un espacio universal y al mismo tiempo mantener el control sobre él”.

En 1993, CERN anunció que liberaría el código básico de la web sin exigir regalías, lo que desató una avalancha de creatividad mundial en términos de desarrollo, colaboración e innovación. Poco después, Berners-Lee se trasladó al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para fundar el Consorcio World Wide Web (W3C). Hasta hoy, lidera este organismo dedicado a impulsar estándares abiertos para la web.

En 2009, junto a Rosemary Leith, fundó la Fundación World Wide Web, que aboga por una red segura y orientada al bienestar global. La labor de Tim Berners-Lee sigue inspirando la lucha por mantener la web como un espacio de inclusión, intercambio y acceso universal al conocimiento, recordando así el alcance histórico de aquel primer sitio publicado hace 34 años.

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