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BOSTON — Antes de que concluyera la serie en el Fenway Park el martes, el mánager interino de los Orioles, Tony Mansolino, respondió a la pregunta de un periodista sobre el reciente éxito de su rotación. Pero un rodado también puede valer. Fue la hazaña más reciente del prospecto principal de los Orioles en unos días de mucha acción. El sábado por la mañana, el prospecto N.º 8 de todo el béisbol, según MLB Pipeline, se enteró durante el desayuno de que sería ascendido a las Grandes Ligas. Al día siguiente, hizo su debut en las Mayores como bateador designado en Houston. Y la noche del lunes, tuvo su primera titularidad en Grandes Ligas detrás del plato en el Fenway Park. Mansolino dejó a Basallo fuera de la alineación para el martes contra los Medias Rojas para darle un respiro al joven de 21 años y que pudiera revisar su juego anterior. Pero otro gran momento esperaba a Basallo. Empatado el juego en el 11mo, Basallo conectó un cambio a seis pulgadas del plato y usó un rápido movimiento de piernas para evitar pisar la pelota y permitir que Jeremiah Jackson anotara la carrera de la ventaja. “El contacto es lo más importante en este juego”, añadió Mansolino. “Estábamos hablando del promedio de bateo y todo lo demás el otro día, y para mí, es un indicador de la calidad del contacto. El contacto es una pieza clave del juego. Durante mucho tiempo en este deporte, se trataba de los tres resultados puros, y el contacto se ignoraba. Pero cuando tienes corredores en posición de anotar, el contacto es la clave”. El informe de los cazatalentos sobre Basallo sugiere que los Orioles están obteniendo un gran refuerzo de poder al añadir al joven receptor a su roster. Basallo tenía un OPS de .966 y 23 jonrones en 76 encuentros este año, en su primera temporada completa en Triple-A. Si bien es seguro que el poder acompañará a Basallo en su transición a las Mayores, el martes demostró que el dominicano es capaz de resolver de más de una manera. “Solo traté de poner la bola en juego”, explicó Basallo. “Creo que en esa situación, no puedes tratar de hacer demasiado y ser el héroe, por así decirlo. No puedes enfocarte en tratar de sacar la bola. Entonces, mi objetivo era poner la bola en juego y tratar de que algo sucediera en ese momento”. Estar bajo las luces en extrainnings en el Fenway Park con una multitud a casa llena de pie no es un momento cualquiera. Pero Basallo se mantuvo fiel a su enfoque. “Es curioso”, dijo Mansolino. “Lo pusimos a batear de emergente justo ahí, y estoy prestando atención y pensaba, ‘¿Está nervioso? Este es un momento muy grande para él’. Y, para mí, si hubiese estado nervioso, probablemente habría dejado pasar el primer lanzamiento, porque eso habría sido inusual, porque él siempre le hace swing. Y salió haciendo lo mismo; fue él mismo”.
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