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En ese sentido, la Sociedad Dominicana de Endocrinología y Nutrición se enfoca en la prevención, considerando que cerca del 14 por ciento de la población dominicana padece esta enfermedad y el 9.3 por ciento se encuentra en condición de prediabetes.
La diabetes se considera una enfermedad crónica no transmisible. Se caracteriza por la presencia de niveles altos de azúcar o glucosa en la sangre, debido a que el cuerpo no puede producir la hormona llamada insulina, producida por el páncreas.
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El presidente de la Sociedad de Endocrinología, el doctor William De Jesús Salvador, afirma que en República Dominicana se ha observado un preocupante aumento en la incidencia de prediabetes, un estado que, si no se atiende a tiempo, puede llevar al desarrollo de diabetes.
Para los pacientes diagnosticados, recomienda asistir a revisiones médicas regulares con su endocrinólogo, para evitar el camino de las complicaciones.
Estas complicaciones -señala- son agudas y crónicas, como la retinopatía, nefropatía, neuropatía periférica y complicaciones vasculares.
“Pueden ser prevenidas o retrasadas (las complicaciones) mediante un adecuado control metabólico, lo cual mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes”, enfatiza.
“El Mes de la Diabetes es una oportunidad crucial para que la población dominicana tome conciencia sobre esta enfermedad y actúe de manera proactiva en su prevención y tratamiento oportuno. Juntos, podemos reducir el impacto de la diabetes en nuestro país”, exclama.
La doctora Dolores Mejía, presidenta, describe que el cambio de estilo de vida es la intervención innegociable a la hora de prevenir y controlar enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, basándose en una alimentación equilibrada, así como la incorporación de actividad física programada.
“La actividad física, más allá de hábitos saludables, las autoridades deben asegurar espacios donde la gente pueda ejercitarse de manera gratuita y segura”, puntualiza, en un reportaje publicado por el portal www.resumendesalud.net, especializado en informaciones de salud y bienestar.
Dice que la inseguridad alimentaria y la falta de espacios seguros para hacer ejercicio alejan de las intervenciones farmacológicas costo-efectivas, garantes de la preservación de la salud y de complicaciones en los diagnosticados.
“El acceso a la terapia farmacológica capaz de cambiar la historia natural de la enfermedad es otro derecho. Nos encontramos con un cuadro básico de medicamentos cuya existencia se limita al papel, donde aún -a más de un año de su socialización y aprobación- los dominicanos no se benefician de las oportunidades de cambiar sus historias con las enfermedades crónicas no transmisibles”.
La endocrinóloga y expresidenta de la Sociedad Dominicana de Endocrinología también habla del derecho a la salud.
“Hablamos de la prescripción de alimentos saludables, donde debe ser incluido el derecho o la garantía o seguridad alimentaria de la población, y eso es responsabilidad de las autoridades, a través del acceso apropiado a alimentos saludables, donde destaquemos iniciativas tan relevantes como el etiquetado frontal, donde el conocimiento dará oportunidad a la gente de hacer mejores elecciones para su salud”.
Un 9.3 por ciento está en condición de prediabetes, según el mismo estudio.
La doctora Mejía realiza una simple operación matemática con esos números y observa que los que están en esa condición, los prediabéticos y los que no saben que la sufren, podrían sumar alrededor de un 40 por ciento de la población.
“De acuerdo al último estudio de la Federación Internacional de Diabetes, por cada persona diagnosticada, hay una sin diagnosticar, lo que indica que podría ser que alrededor de un 40 por ciento de los dominicanos con algún trastorno del metabolismo de los hidratos de carbono”, indica.
Y dice que esto se traduce en un panorama más complicado con terapias de reemplazo renal, más dispositivos, más complicaciones, menor productividad, mayor morbimortalidad y mayores costos para las familias y el sistema de salud.
“Muchos andan por la calle sin saber que sufren diabetes y necesitarán amputaciones, procesos de diálisis, pérdida de la visión, ACV, entre otras derivaciones”, agrega.
A nivel mundial, 830 millones de personas están diagnosticadas con diabetes, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cifra que se ha cuadriplicado desde el año 1990.
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