Salud

Después de la advertencia de Maluma, pediatras recomiendan evitar llevar a niños a conciertos

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Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Madrid.- Después de que el cantante colombiano Maluma llamara la atención a una madre por llevar a su bebé a un concierto en México, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha desaconsejado a los progenitores que lleven a los niños pequeños a este tipo de eventos, ya que los elevados niveles de ruido podrían causar daños irreversibles en sus oídos en cuestión de segundos.

En bebés y niños pequeños, el oído es especialmente delicado, porque sus estructuras auditivas todavía están en desarrollo y carecen de mecanismos de protección, advierte la AEP, que recuerda que la OMS recomienda que la población infantil no se exponga a más de 85 decibelios durante más de una hora.

A partir de 70 dB, la exposición prolongada ya puede suponer un riesgo de daño. En espectáculos de música en vivo para adultos se alcanzan los 110 y picos de 130 decibelios cerca de los altavoces, niveles suficientes para provocar un perjuicio irreparable en cuestión de segundos en los más pequeños.

Las consecuencias de un trauma acústico agudo pueden incluir pérdida auditiva temporal o permanente, acúfenos (pitidos, que en lactantes solo se deducen por su comportamiento) y daño neurosensorial irreversible.

El llamamiento de los pediatras españoles se produce después de que el artista colombiano Maluma interrumpiera un concierto en Ciudad de México para reprochar a una madre que llevara a su bebé de menos de un año: “Con todo el respeto, yo ya soy padre- ¿usted cree que es buena idea traer a un bebé de un año a un concierto en el que los decibelios están en la puta mierda y el sonido está durísimo?”, le dijo.

Los efectos de una sobreexposición al ruido en lactantes no siempre son inmediatos ni fáciles de detectar porque, a diferencia de los adultos y niños más mayores, no pueden comunicar molestias como pitidos o pérdida de audición temporal.

Por ello, es aconsejable vigilar los posibles signos de alerta después de un evento ruidoso: llanto inconsolable o irritabilidad repentina; sobresaltos exagerados o persistentes ante sonidos; parpadeo frecuente o gestos evidentes de incomodidad; apatía o somnolencia anormal; falta de reacción ante sonidos habituales o movimientos repetidos de frotarse los oídos o tocarse la cabeza.

La sociedad científica establece recomendaciones específicas según la edad del menor: – Lactantes y menores de 6 años no deberían asistir a conciertos o festivales para adultos, incluso aunque usen protección auditiva, ya que el riesgo de daño es alto.

– Escolares (6-12 años) solo deberían ir si el evento está adaptado (volumen controlado, zonas seguras) y se cumplen estrictamente todas las medidas de protección. – Para adolescentes mayores de 12 años sigue siendo imprescindible usar protección adecuada, respetar los tiempos de exposición y evitar situarse cerca de los altavoces, limitando además la frecuencia de estas exposiciones.

También debería usar orejeras específicas para su edad, nunca tapones pequeños por riesgo de atragantamiento; mantenerse al menos a 30 metros de distancia de los altavoces y situarse en zonas laterales y que no permanezca en entornos con niveles superiores a 85 dB más de 30 o 60 minutos.EFE

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