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Cardi B declaró el miércoles que no tocó a una exguarda de seguridad que alega que la rapera le cortó la cara con una uña y le escupió en un altercado fuera del consultorio de un obstetra durante el primer embarazo, aún secreto, de la estrella del hip-hop.
Ron Rosen Janfaza, abogado de la demandante, Emani Ellis, le preguntó si estaba enfadada.
“¡Sí, estaba furiosa!” “¡Porque estoy embarazada!”, respondió Cardi. “¡Y esta chica estaba a punto de darme una paliza!”
Reconoció que la discusión subió de tono (reproduciendo en el tribunal muchas de las malas palabras que ambas dijeron) y que en un momento estuvieron cara a cara, pero afirmó que la pelea nunca llegó a ser física.
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“No me tocó”, dijo Cardi. “Iba a tocarme, pero no lo hizo”.
Cardi contó que había estado de visita en Los Ángeles realizando tareas promocionales en febrero de 2018, en torno al Juego de Estrellas de la NBA de ese año. Estaba de cuatro meses de embarazo del primero de sus tres hijos con el rapero Offset. Había contado a su círculo íntimo que iba a tener un bebé, pero no al público ni a sus padres.
El consultorio del obstetra había estado cerrado para otros pacientes un sábado para proteger su privacidad.
Dijo que Ellis, guarda de seguridad del edificio, la siguió a su cita en el quinto piso. Cardi dijo que escuchó a Ellis decir su nombre por teléfono y que parecía estar filmándola. Cardi temía que Ellis revelara que estaba embarazada.
“Le dije: ‘¿Por qué estás grabando?'”, declaró Cardi, “y ella respondió: ‘¡Qué mal!’. Prácticamente se disculpó”.
Pero la discusión se fue acalorando cada vez más, dijo.
“Mientras estábamos discutiendo, ella se me acercó y chocó contra mí”, dijo Cardi.
Ambas mujeres tienen 32 años y aproximadamente la misma altura, pero Cardi dijo que Ellis era más corpulenta.
“Tiene mucha seguridad”, dijo Cardi. “Parece que podría proteger el edificio”.
Bajo un interrogatorio más amigable por parte de uno de sus propios abogados, Cardi explicó por qué mantuvo su embarazo en secreto en ese momento, siete meses después del lanzamiento de su primer sencillo con un sello importante y gran éxito, “Bodak Yellow”, cuando todavía estaba en su “primer año” de estrellato.
“Me estaba acostumbrando a las cosas”, dijo. “Estaba muy preocupada por lo que decían y pensaban todos. Pensaba que estaba decepcionando a mucha gente”.
Pero dijo que, más allá de eso, valora su privacidad en todos los asuntos médicos, “especialmente en algo tan sagrado como un embarazo. Es tuyo”.
Una parte importante del testimonio se dedicó a las uñas acrílicas con diamantes de imitación que Cardi tenía esa semana, y si podían causar el daño que se alega.
“No tenían forma dañina, eran en forma de ataúd”, dijo. “No eran afiladas”.
Ellis testificó previamente en el juicio que el incidente la dejó humillada y traumatizada, y que la cicatriz en su rostro requirió cirugía estética. Ellis, quien perdió su trabajo a causa del incidente, reclama una indemnización que incluye gastos médicos, compensación por sufrimiento emocional y físico, y salarios perdidos, además de daños punitivos. No especifica la cuantía total de la demanda, pero Cardi declaró desde el estrado que “me demanda por 24 millones de dólares”.
Dijo que salió al pasillo tras oír un alboroto afuera, pero no vio ninguna pelea. Más tarde notó un rasguño en su propia cara que supuso que era de Ellis, porque estaba de espaldas a Cardi.
Cuando se le pidió que describiera el argumento, Malcolm dijo que no estaba segura de poder jurar en el tribunal.
“Hemos escuchado prácticamente todo hasta ahora, así que está bien”, dijo el juez Ian C. Fusselman, provocando risas en gran parte de la sala.
El testimonio se llevó a cabo en un pequeño juzgado a las afueras de Los Ángeles, en Alhambra, donde los juicios con celebridades son muy poco frecuentes. El juicio se tomará el resto de la semana libre y se espera que se reanude y concluya la próxima semana.
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