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MADRID (EFE). — Un grupo internacional de investigadores, encabezado por la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Harvard, corroboró unas estructuras sumamente ligeras capaces de flotar en la mesosfera mediante la fotoforesis, un fenómeno activado por la luz solar.
“Es lo más cercano a la levitación que sabemos”, manifestaron los autores en el estudio publicado ayer en la revista “Nature”.
La mesosfera, ubicada entre 50 y 100 kilómetros de altitud, es una zona de difícil estudio: demasiado alta para aviones y globos meteorológicos y demasiado baja para los satélites.
“Esta zona es escasamente vigilada con la tecnología actual”, señalaron los investigadores, quienes ven en su innovación “una forma de llenar ese vacío de información”. El dispositivo, integrado por dos membranas de alúmina cerámica perforadas y unidas por soportes verticales, tiene una capa de cromo en la parte inferior para absorber la luz solar.
“Conseguimos crear un disco de un centímetro capaz de flotar a presiones de 26.7 pascales, semejantes a las que se hallan a 60 kilómetros de altura”, se detalló.
De acuerdo con modelos informáticos, una versión de tres centímetros podría elevar una carga de 10 miligramos hasta los 75 kilómetros, suficiente para un pequeño sistema de comunicaciones.
“Queremos integrar cargas útiles funcionales para transmitir datos en tiempo real durante el vuelo”, anticiparon los científicos.
Entre las posibles aplicaciones están la recolección de datos meteorológicos — como velocidad del viento, presión y temperatura –, telecomunicaciones para defensa y emergencias, y exploración de Marte.
“La atmósfera superior de la Tierra comparte rasgos esenciales con la del planeta rojo”, recordaron, lo que abre la posibilidad a nuevas modalidades de exploración planetaria.
Mediante una combinación de simulaciones y experimentos, optimizaron las fuerzas fotoforéticas para contrarrestar el peso del dispositivo. “Este avance no es solo un logro de ingeniería, sino una herramienta que podría cambiar la manera en que estudiamos y nos comunicamos desde regiones de difícil acceso”, enfatizaron.
El paso siguiente será probar su resistencia y capacidad operativa en condiciones reales.
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