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Sus números ofensivos esta temporada están lejos de lo que mostró con los Yankees en 2024, pero pese a eso, no se puede considerar un fracaso.
Hay muchas razones por las que los Mets han tenido problemas hasta este punto de la temporada, sobre todo el último mes. Juan Soto no está cerca de ser un jugador mediocre. Ni un fracaso. No lo es, por más fácil que parezca, por el dinero que gana, porque el equipo ha tenido dificultades y, bueno, porque está en Nueva York.
¿Sus números ofensivos han disminuido un poco en general en comparación con los que tenía con los Yankees hace un año? Sí, ahí arriba, bajo los reflectores de la gran ciudad, a la vista de todos. Soto tuvo un inicio complicado, con un OPS de .701 hasta abril (un promedio bajo para él), y desde entonces ha estado tratando de salir adelante a base de batazos.
Soto aun así conectó su jonrón número 32 el viernes por la noche contra los Bravos: solo hay tres jugadores en la Liga Nacional con más jonrones, y dos de ellos se llaman Schwarber y Ohtani, quienes probablemente pelearán el 1-2 para los Mets.
Soto todavía tiene posibilidades de conectar 40 jonrones, como lo hizo con los Yankees. Incluso podría llegar a las 100 carreras impulsadas antes de que califiquen, a pesar de su promedio de bateo de .251, 30 puntos por debajo de su promedio de carrera. Dicho esto, si este es el año “flojo” de Soto en su primer año con los Mets, ¿adivinen qué? Simplemente les recuerda lo talentoso que es como bateador, antes de cumplir 27 años.
En una temporada en la que Soto ha estado en el punto de mira más que nunca debido al contrato de 765 millones de dólares que firmó el invierno pasado, no es que haya decaído tanto como su equipo últimamente. Y todavía le queda suficiente temporada para demostrar el mismo ímpetu que los Mets mostraron el año pasado.
Ciertamente, empezó despacio. Su OPS sigue por debajo de .900. Su slugging es de .500, después de un .569 con los Yankees. Su porcentaje de embasamiento es de .386, tras un .419 con los Yankees.
Quizás lo más notable es que, desde el 1 de junio, batea .269/.411/.574, lo cual coincide con sus números del año pasado. Además, ha mejorado en el corrido de bases, robando 20 bases en 21 intentos, la mayor cantidad de su carrera. Aún es válido preguntarse cómo se vería todo lo que ha hecho hasta ahora si los Mets hubieran lanzado mucho mejor.
Anoche en Atlanta, en un partido que los Mets ganaron 12-7 después de otra sólida apertura del novato Nolan McLean, Soto conectó tres hits, anotó dos carreras y remolcó cuatro, lo que permitió a los Mets colocarse un juego y medio por delante de los Rojos (que perdieron) en la lucha por el último puesto de comodín de la Liga Nacional. Soto también recibió dos bases por bolas más, llegando a 100 por sexta vez en su carrera. Nuestra investigadora Sarah Langs señala que nadie en la Liga Nacional ni en la Americana había logrado eso tantas veces antes de cumplir 27 años.
Y realmente aún queda bastante temporada regular para cambiar la narrativa que tiene a muchos aficionados de los Mets quejándose de su rendimiento, y francamente, haciéndolo parecer mucho peor de lo que ha sido. Gran parte de esto se debe a que esta temporada de los Mets ha sido lo opuesto a lo que fue hace un año, cuando comenzaron con un récord de 22-33 antes de terminar como lo hicieron. Esta vez, han tenido un pésimo récord de 27-36 desde que comenzaron con un récord de 41-24.
A nadie le agrada la situación de los Mets, ni su rendimiento durante meses, y menos aún su forma de lanzar. A nadie le agrada ver todas esas ventajas desperdiciadas. Pero hace un año, en camino al sexto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, los Mets tenían un récord de 67-61 en este mismo punto de la temporada. Después de vencer a los Bravos el viernes, su récord era de 68-60.
“Ineplicable”, dijo el mánager Carlos Mendoza durante la reciente racha de siete derrotas consecutivas de los Mets, “debido a todo el talento que hay en este equipo”.
Soto sigue siendo el bateador más completo de los Mets, por mucho, y uno de los más completos del béisbol. Lidera a los Mets en jonrones, porcentaje de embasamiento, carreras anotadas y bases por bolas. Quizás ni siquiera él comprendía del todo la presión que se había impuesto al firmar ese contrato y dejar a los Yankees por los Mets después de haberlos ayudado a llegar a la Serie Mundial. Ahora sí.
“Desde el primer día, confiamos los unos en los otros y creemos que podemos llegar a los playoffs”, dijo Soto el otro día. “Solo tenemos que jugar mejor”.
Sigue dando la talla. Los Mets han jugado 128 partidos esta temporada y Soto ha jugado 126. Sigue cumpliendo. Es importante. Aún le queda tiempo para brillar aún más el resto del año. Aún queda mucho por escribir de su historia, y de la de los Mets.
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