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CINCINNATI, EE.UU. — El mundo del espectáculo está de luto tras la muerte de Kelley Mack, actriz famosa por su papel en la serie The Walking Dead y por su trabajo como dobladora en Spider-Man: Into the Spider-Verse. La intérprete falleció el sábado 2 de agosto, a los 33 años, a causa de un glioma difuso de la línea media, un raro y agresivo tumor del sistema nervioso central.
La noticia fue comunicada por sus familiares a través de su cuenta oficial de Instagram, donde manifestaron el dolor por su fallecimiento:
“Una luz tan brillante y ferviente ha partido al otro lado, adonde todos debemos ir finalmente”, publicaron.
Aunque la actriz murió el sábado, fue hasta el miércoles 6 de agosto que sus seres queridos hicieron pública la información.
En una publicación, Mack relató que llegó a dormir durante un mes en un sillón reclinable debido al dolor que sentía al acostarse. Tras una resonancia magnética de urgencia, los médicos encontraron una masa anormal en su médula espinal, lo que llevó a su diagnóstico final.
A pesar del diagnóstico, la actriz se mantuvo con una actitud optimista. Recibió un tratamiento de radiación de protones que concluyó en marzo, y en semanas siguientes compartió progresos en su salud. Incluso celebró la recuperación parcial de la movilidad en sus piernas.
“Este viaje no ha sido fácil, pero las cosas están mejorando”, escribió Mack, mostrando esperanza y gratitud hacia sus seguidores.
Lamentablemente, su estado de salud se deterioró en los meses posteriores. Kelley falleció acompañada de sus seres queridos, según confirmaron en redes sociales.
“La echaremos de menos tanto (…) que las palabras no pueden expresarlo”, expresaron en su homenaje.
Es un tipo de tumor poco frecuente, con pronóstico reservado, que afecta principalmente a niños y adultos jóvenes.
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