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FCC llevará a cabo este proyecto en asociación con la empresa Halmar International, según lo comunicado por la gobernadora del Estado de Nueva York, Kathy Hochul, en un anuncio donde detalló su esperanza de que la extensión de la línea esté completa para 2032.
El proyecto, autorizado por la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), extenderá la línea Q desde la calle 96 hasta la calle 125, facilitando así un nuevo acceso al transporte público para los habitantes del este del barrio de Harlem. La MTA explica que se prevé que la excavación del nuevo túnel se realice entre 10 y 36 metros por debajo de la Segunda Avenida, utilizando máquinas de 750 toneladas dotadas con cabezales perforadores de 6,7 metros con diamantes.
Las primeras obras darán inicio a finales de este año, mientras que la construcción civil intensiva se iniciará a principios de 2026 y la perforación del túnel en 2027.
La institución metropolitana de transporte ha enfatizado que la relación coste-beneficio de esta fase “es notable” y se prevé que tenga “el menor coste por pasajero de cualquier proyecto ferroviario pesado en curso en Estados Unidos”.
Este es el segundo de los cuatro contratos de construcción para ampliar esta línea. El tercer contrato, aún en proceso de licitación, se destinará a la construcción del espacio subterráneo para la futura estación en la calle 106 y la Segunda Avenida, mientras que el último contrato cubrirá el equipamiento de las tres estaciones, ubicadas en las calles 106, 116 y 125, y los sistemas necesarios para el servicio ferroviario.
El propósito de este proyecto es que la línea esté operativa en septiembre de 2032, en el marco de una inversión total de 6.990 millones de dólares (aproximadamente 5.982 millones de euros), financiada, en parte, con los ingresos del programa de peajes de la zona de alivio de congestión de la ciudad.
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