Salud

Glioma: qué es, síntomas y cómo se trata el tumor cerebral

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Los gliomas se clasifican considerando el tipo de célula glial implicada, así como las particularidades genéticas del tumor.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Existen tres tipos de células gliales que pueden formar tumores. Los gliomas se clasifican considerando el tipo de célula glial implicada, así como las particularidades genéticas del tumor. Esto puede ayudar a anticipar el comportamiento del tumor y los tratamientos que podrían ser más efectivos.

Los tipos de glioma son los siguientes:

* Astrocitomas, que incluyen astrocitomas, astrocitomas anaplásicos y glioblastomas
* Ependimomas, entre ellos ependimomas anaplásicos, ependimomas mixopapilares y gliomas subependimarios
* Oligodendrogliomas, incluyendo oligodendrogliomas, oligodendrogliomas anaplásicos y oligoastrocitomas anaplásicos

Los gliomas pueden impactar la función cerebral y llegar a ser potencialmente mortales, según su ubicación y velocidad de crecimiento.

Los gliomas son de los tipos más frecuentes de tumores cerebrales primarios.

El tipo de glioma que tienes ayuda a definir tu tratamiento y pronóstico. Por lo general, las opciones de tratamiento para gliomas incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida y ensayos clínicos experimentales.

Los síntomas del glioma varían en función del tipo de tumor, así como de su tamaño, ubicación y velocidad de desarrollo.

Consulta a tu médico si tienes signos o síntomas comunes de un glioma.

Al igual que con la mayoría de los tumores cerebrales primarios, se desconoce la causa precisa de los gliomas. Sin embargo, hay algunos factores que pueden aumentar el riesgo de tumor cerebral. Los factores de riesgo incluyen:

* **La edad.** El riesgo de padecer un tumor cerebral se incrementa con la edad. Los gliomas son más comunes en adultos de entre 45 y 65 años. No obstante, un tumor cerebral puede manifestarse a cualquier edad. Ciertos tipos de gliomas, como los ependimomas y astrocitomas pilocíticos, son más comunes en niños y adultos jóvenes.
* **Exposición a la radiación.** Personas que han estado expuestas a un tipo de radiación llamada radiación ionizante tienen un mayor riesgo de tumores cerebrales. Ejemplos de radiación ionizante son: la radioterapia empleada para tratar el cáncer y la exposición a la radiación causada por las bombas atómicas.

No se ha comprobado que las formas más habituales de radiación, como los campos electromagnéticos de las líneas eléctricas y la radiación de radiofrecuencia de los hornos microondas, eleven el riesgo de padecer un glioma.

No está claro si el uso del teléfono celular aumenta el riesgo de padecer cáncer cerebral. Algunos estudios han hallado una posible conexión entre el uso del teléfono celular y un tipo de cáncer cerebral llamado neuroma acústico. Otros estudios no han hallado ninguna relación. Dado que los teléfonos celulares son un factor relativamente nuevo, es necesario llevar a cabo investigaciones a más largo plazo para comprender el posible impacto sobre el riesgo de cáncer. Por el momento, si te preocupa la posible relación entre los teléfonos celulares y el cáncer, los expertos recomiendan limitar la exposición mediante el uso del altavoz o un dispositivo de manos libres, lo que permite mantener el teléfono celular alejado de la cabeza.

* **Antecedentes familiares de glioma.** Es poco frecuente que el glioma se dé en familias. Pero tener un antecedente familiar de glioma puede duplicar el riesgo de desarrollarlo. Algunos genes se han relacionado ligeramente con el glioma, pero se necesitan más estudios para confirmar una relación entre estas variaciones genéticas y los tumores cerebrales.

Si tu médico de cabecera sospecha que tienes un tumor cerebral, puede derivarte a un especialista con experiencia en el tratamiento de los trastornos del sistema nervioso y del cerebro (neurólogo). El médico podría recomendarte varias pruebas y procedimientos, tales como:

* **Un examen neurológico.** Durante este examen, el médico podría evaluar la visión, la audición, el equilibrio, la coordinación, la fuerza y los reflejos. Los problemas en uno o más de estos aspectos pueden dar pistas sobre la parte del cerebro que podría estar afectada por un tumor cerebral.
* **Pruebas de diagnóstico por imágenes.** Generalmente, se utilizan imágenes por resonancia magnética para ayudar a diagnosticar tumores cerebrales. En algunos casos, se puede inyectar un tinte (material de contraste) por vía intravenosa durante un estudio de imágenes por resonancia magnética para mostrar las diferencias en el tejido cerebral.

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Existen una serie de componentes especializados en la exploración por medio de imágenes por resonancia magnética, como la resonancia magnética funcional, perfusión por resonancia magnética y la espectroscopia por resonancia magnética, que pueden ayudar al médico a evaluar el tumor y el plan de tratamiento.

Otras pruebas de diagnóstico por imágenes podrían ser la exploración por tomografía computarizada (TC) y la tomografía por emisión de positrones (TEP).

* **Pruebas para hallar cáncer en otras partes del cuerpo.** Para descartar otros tipos de tumores cerebrales que se pueden haber extendido desde otras partes del cuerpo, el médico podría recomendar pruebas y procedimientos para determinar dónde se originó el cáncer. Los gliomas se originan dentro del cerebro y no son causados por otro cáncer que se haya propagado (metástasis) desde otro lugar.
* **Recolección y análisis de una muestra de tejido anómalo (biopsia).** Dependiendo de la ubicación del glioma, se podría realizar una biopsia con aguja antes del tratamiento o como parte de una operación para extirpar el tumor cerebral.

Se puede realizar una biopsia estereotáctica con aguja para los gliomas que están en zonas de difícil acceso o muy sensibles dentro del cerebro que pueden ser dañadas por una operación más exhaustiva. Durante una biopsia estereotáctica con aguja, el neurocirujano hace un pequeño orificio en el cráneo. Luego inserta una aguja fina a través del mismo. Se extrae el tejido con la aguja, que normalmente es guiada mediante una tomografía computarizada o por exploración de imágenes por resonancia magnética.

La muestra de la biopsia después se analiza con un microscopio para determinar si es cancerosa o benigna.

La biopsia es la única forma de obtener un diagnóstico definitivo de un tumor cerebral y de brindar un pronóstico para guiar las decisiones sobre el tratamiento. Con base en esta información, el médico especializado en el diagnóstico de cáncer y otras anomalías del tejido (patólogo) puede determinar el grado o la etapa del tumor cerebral.

El patólogo también analizará el aspecto físico y la velocidad de crecimiento de la muestra de la biopsia (diagnóstico molecular). El médico te explicará los hallazgos del patólogo. Esta información será útil para tomar decisiones sobre el plan de tratamiento.

El tratamiento para el glioma depende del tipo, tamaño, grado y ubicación del tumor, además de tu edad, estado de salud general y preferencias.

Además de las medidas para extirpar el tumor, el tratamiento del glioma también puede implicar el consumo de medicamentos para reducir los signos y síntomas del tumor.

Es posible que el médico te recete esteroides para reducir la inflamación y aliviar la presión en las zonas afectadas del cerebro. Se pueden usar medicamentos antiepilépticos para controlar las convulsiones.

La cirugía para extirpar la mayor cantidad posible del tumor, por lo general, es el primer paso del tratamiento de la mayoría de los tipos de gliomas.

En ciertos casos, los gliomas son pequeños y sencillos de separar del tejido cerebral sano que los rodea, lo que hace posible una extracción quirúrgica completa. En otros casos, los tumores no pueden separarse del tejido que los rodea, o bien están localizados cerca de zonas sensibles dentro del cerebro, lo que hace que la cirugía sea arriesgada. En estas situaciones, el médico extrae la mayor cantidad de tumor que sea seguro extirpar.

Incluso extirpar una parte del tumor puede ayudar a disminuir los signos y síntomas.

En algunos casos, los neuropatólogos analizan muestras de tejido extraídas por un cirujano e informan los resultados mientras se lleva a cabo la cirugía. Esta información ayuda al cirujano a decidir cuánto tejido extraer.

Se puede usar una variedad de tecnologías y técnicas quirúrgicas para ayudar al neurocirujano y proteger la mayor cantidad de tejido cerebral sano posible mientras extirpa el tumor, incluida la cirugía cerebral asistida por computadora, cirugía cerebral con paciente despierto, las resonancias magnéticas intraoperatorias y el láser. Por ejemplo, durante la cirugía cerebral con paciente despierto, te podrán pedir que realices alguna tarea para asegurar que las áreas del cerebro que controlan esas funciones no estén dañadas.

La cirugía para extirpar un glioma conlleva riesgos, como infecciones y sangrado. Otros riesgos pueden depender de la parte del cerebro en la cual se encuentre el tumor. Por ejemplo, la cirugía sobre un tumor que se encuentra cerca de los nervios que están conectados a los ojos podría implicar un riesgo de pérdida de la visión.

La radioterapia generalmente le sigue a la cirugía en el tratamiento del glioma, especialmente en el caso de gliomas de alto grado. La radiación usa haces de alta energía, como los rayos X o protones, para eliminar tumores. La radioterapia para el glioma proviene de una máquina externa al cuerpo (radiación con haz externo).

Existen muchos tipos de radiación con haz externo en uso y estudio para el tratamiento del glioma. El tipo de glioma que tengas, su grado y otros factores pronósticos se consideran para determinar el período y tipo de radioterapia que puedas recibir.

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