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Ha conectado seis cuadrangulares y ocho carreras impulsadas en los últimos 11 partidos.
En las tres semanas recientes, el jardinero de los Marineros de Seattle, Julio Rodríguez, ha estado encendido con el bate, justo en el momento en que su equipo lo necesita. Bateó jonrones en los tres juegos antes del parón del Juego de las Estrellas y batea para .266 con seis cuadrangulares en sus últimos 11 juegos.
Recientemente hizo historia al convertirse en el primer jugador en la historia de las Grandes Ligas en comenzar su carrera con cuatro temporadas consecutivas de 20-20 (jonrones-robos).
En este período, Rodríguez parece estar jugando con más alegría en el campo. Claramente, ambas cosas van de la mano: está jugando mejor, por lo que sonríe más, y viceversa. Ha estado presente en el plato, en las bases y en el jardín central.
Rodríguez mostraba decepción por su mal comienzo de temporada, cuando en abril apenas bateó para .202 (104-21) en 25 juegos, y la frustración iba en aumento. Su estilo en el plato no era el correcto y estaba tratando de reencontrarse.
Incluso se retiró del Juego de las Estrellas, argumentando la necesidad de descansar y recuperarse para la segunda mitad. Parecía un jugador que se presionaba a sí mismo y le costaba encontrar las respuestas, lo que visiblemente le quitó su característica sonrisa, al menos de manera consistente.
Los Marineros son un equipo diferente cuando Rodríguez juega bien, y él es un jugador diferente cuando juega con energía y alegría. Probablemente ayude el hecho de que haya forjado una fuerte conexión con Randy Arozarena, quien también es un jugador expresivo. El hecho de que Eugenio Suárez traiga de vuelta la “buena vibra” a Seattle probablemente también ayude.
Cuando Rodríguez llegó a las Grandes Ligas en abril de 2022, cargaba con expectativas altísimas que son raras incluso para los prospectos más elitistas.
Rodríguez aún no ha alcanzado el nivel de superestrella de MVP, ya que rachas frustrantes de inconsistencia han eclipsado sus destellos de grandeza.
Jeff Passan, experto en MLB de ESPN, contextualizó el hito de Rodríguez el lunes en Brock and Salk de Seattle Sports.
“Creo que es solo un recordatorio de que, a pesar de toda la frustración que Julio ha causado y puede causar a la afición, vale la pena recordar que este chico ha sido consistentemente mucho mejor que el jardinero central promedio”, dijo Passan. “Ahora bien, debido a las expectativas que lo acompañaban cuando llegó, ‘mejor que el jardinero central promedio’ no suele ser la métrica con la que quieren medir las cosas… Pero no importa”.
“Juega una excelente defensa en la tercera posición más importante, después del campocorto y el receptor. Conecta cuadrangulares. Roba bases. ¿Tiene debilidades? Sí. ¿Se pueden superar esas debilidades? Sí. ¿Las superará? Por determinar. Pero mientras tanto, creo que centrarse en las cosas que no hace bien es un error”.
Rodríguez está bateando .252 con un OPS de .743 esta temporada, ambos en la mitad de la tabla de la Liga Americana. Pero eso no lo dice todo.
Rodríguez está empatado en el puesto 13 de la Liga Americana en jonrones (20) y sexto en robos (21). Ha jugado una defensa excepcional, con ocho outs por encima del promedio, empatado en el cuarto lugar entre los jardineros de la Liga Americana, según Baseball Savant. Y su bWAR de 4.5 lo ubica en el sexto lugar entre los jugadores de posición de la Liga Americana y en el segundo entre los jardineros de la misma, solo detrás de la superestrella de los Yankees de Nueva York, Aaron Judge.
“Ver quién es Julio ahora mismo y lo que aporta te da la sensación de que es un jugador realmente bueno en un equipo con calibre de campeonato”, dijo Passan. “… Solo voy a decir: aprecien lo que tienen y no lo que quieren”.
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