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Santo Domingo, RD. – Desde mediados del pasado ciclo lectivo y al comienzo del actual, cerca de 400 alumnos de preescolar y primaria de la Escuela Casa de la Providencia en el ensanche La Fe, corren el riesgo de sufrir caídas y lesiones físicas debido al abandono de la construcción de la acera perimetral.
En mayo, EL DÍA informó que las obras de reparación del paso peatonal se suspendieron, supuestamente por “falta de cemento”, y que estaban a cargo del Ministerio de Obras Públicas, entidad que no respondió a los llamados.
En ese momento, madres y personas vinculadas a la institución educativa expresaron su preocupación por el estado en que quedaron los trabajos, causando dificultades para los niños y docentes al transitar, situación que aún persiste.
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El centro educativo, fundado en 1967, también presenta múltiples carencias internas. Además, están a la espera de la finalización de seis aulas paralizadas en enero, las cuales fueron retomadas durante las vacaciones con la promesa de ser entregadas y que aún no se han concluido.
“Asumimos el anexo desde el 30 de julio, trabajamos en tres módulos de una aula, otro de dos y otro de tres, tenemos previsto, por instrucciones de nuestros ingenieros, entregar el plantel completo para el inicio del año escolar”, comentó en ese entonces Denny Luciano Mejía, maestro constructor, quien dijo trabajar para la ingeniera Vianca Dubal, a cargo de los trabajos.
El plantel, ubicado en la avenida Lope de Vega esquina Euclides Morillo, sigue con falta de mantenimiento, afectando directamente a niños de entre 3 y 12 años, quienes no solo se exponen a riesgos al entrar y salir del plantel por el terreno desnivelado y fangoso, sino que también reciben clases en condiciones deficientes.
Los infantes reciben clases en condiciones de hacinamiento, aulas con filtraciones en techos y paredes, falta de higiene por escasez de personal de limpieza y un patio sin juegos ni áreas de esparcimiento que deberían ser parte de la rutina escolar.
A estas deficiencias se suma la poca iluminación, ventilación y espacio en las aulas, lo que dificulta el trabajo pedagógico.
Para el recién iniciado año lectivo 2025-2026, los administradores del centro optaron por retocar algunas áreas. Sin embargo, las necesidades en el patio para la recreación de los niños durante el recreo siguen siendo las mismas.
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