Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
En el país, ir a un hospital o clínica se ha vuelto, para muchos, una experiencia más enfocada en la transacción que en la atención. Cada día, más personas sienten que ya no son tratados como pacientes, sino como clientes atrapados en un sistema que ha perdido de vista lo esencial: la humanidad y la empatía.
Las consultas médicas duran pocos minutos, tiempo insuficiente para escuchar, entender y guiar de manera integral a quien busca ayuda. En el sector privado, esto es aún más notorio: se cobra por todo, desde la primera consulta hasta la interpretación de unos análisis, como si la salud se midiera solo en facturación.
Se asume que el paciente “debe tener” porque gasta en cosas que parecen triviales; se le dice qué hacer, pero no cómo ni cómo lidiar con su enfermedad en la vida diaria.
Se olvida que detrás de cada diagnóstico hay una persona, muchas veces sin los recursos necesarios para irse de un centro donde no se le trata bien a otro donde tal vez reciba más empatía.
El miedo, además, paraliza: temor a perder un médico de cabecera, a no ser atendido en otro sitio, a que se le niegue la atención si exige un trato digno.
La situación se agrava cuando el paciente descubre que ni siquiera su historial médico le pertenece. Sus datos, sus análisis, su evolución están a disposición del médico o del centro de salud, en lugar de ser reconocidos como parte de su identidad y un derecho fundamental.
Es justo reconocer que no todos los profesionales de la salud actúan así.
Existen médicos y centros que marcan la diferencia, que acompañan con humanidad y respeto.
Sin embargo, el panorama general muestra una urgencia: rescatar el sentido de la atención médica centrada en el paciente como un acto de servicio humano, no como una simple transacción comercial.
Los pacientes no pueden seguir siendo tratados como clientes.
La salud no se compra, se cuida.
Y cuidar implica empatía, tiempo, respeto y, sobre todo, dignidad.
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