Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
En el contexto de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la pediatra Johanna García reitera que la alimentación de la madre afecta directamente la calidad de la leche materna, haciendo hincapié en que una dieta rica en nutrientes no solo beneficia a la madre, sino también al desarrollo del bebé.
“Durante la lactancia, muchas madres se preguntan si su alimentación influye en la calidad de su leche. Como pediatra, puedo asegurar que sí: lo que comemos mientras lactamos es relevante, aunque no de la manera en que a veces se piensa”, subraya la especialista al periódico Hoy.
“La leche materna es un regalo biológico y emocional. Aunque el cuerpo está preparado para producirla incluso en condiciones no ideales, lo que comemos sí puede modificar componentes esenciales como los ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales imprescindibles”, explica García.
Recomienda una dieta variada, priorizando alimentos frescos, pescados como el salmón y la sardina, y abundante agua.
“Otro punto importante: la producción de leche no depende solo de lo que se come, sino de la frecuencia del amamantamiento y del buen vaciado del pecho. Pero sí es cierto que una dieta muy baja en calorías o pobre en proteínas puede reducir la producción, sobre todo si la madre no se hidrata adecuadamente”, destaca la pediatra.
También sugiere, en ciertos casos, continuar con suplementos prenatales bajo supervisión médica.
La Dra. García también desmiente creencias populares: “No hay alimentos prohibidos durante la lactancia, salvo que se observe una reacción clara en el bebé. La mayoría de los mitos carecen de fundamento científico”.
Mientras tanto, instituciones como el Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS) y el Ministerio de Salud Pública han intensificado sus esfuerzos para crear sistemas de apoyo duraderos. Se han inaugurado nuevas salas de lactancia y se han realizado talleres educativos para profesionales de la salud.
“La lactancia no ocurre en solitario. Requiere entornos laborales amigables, políticas públicas estables y acompañamiento profesional”, señaló el Dr. José Atanael Monegro.
En esta semana conmemorativa, el llamado es claro: apoyar a las madres lactantes con información, empatía y entornos que les permitan ejercer su derecho a amamantar con libertad y seguridad.
La lactancia materna es una de las formas más efectivas de garantizar la salud y la supervivencia de los niños. Sin embargo, contrario a las recomendaciones de la OMS, menos de la mitad de los lactantes se alimentan exclusivamente con leche materna.
La leche materna es el alimento ideal para los lactantes. Es segura e higiénica y contiene anticuerpos que protegen de muchas enfermedades comunes en la infancia. Además, proporciona toda la energía y nutrientes que un bebé necesita durante los primeros meses de vida, y sigue aportando hasta la mitad o más de las necesidades nutricionales de un niño durante la segunda mitad del primer año, y hasta un tercio durante el segundo año.
Los niños amamantados muestran un mejor rendimiento en pruebas de inteligencia, son menos propensos al sobrepeso o la obesidad y, más tarde en la vida, a padecer diabetes. Las mujeres que amamantan también presentan un menor riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario.
La organización sugiere que todas las madres deben recibir el apoyo y la información necesarios para amamantar durante el tiempo que deseen. Con este fin, es preciso invertir en asesoramiento especializado sobre lactancia materna, aplicar el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna y asegurar que en el hogar, en los establecimientos de salud, en el trabajo y en otros lugares se apoye y empodere a las mujeres.
Agregar Comentario