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Aquí se registran, desde los años 50, como vedettes a Gloria Normanda, María Antonieta Ronzino, Mayra “El Ciclón del Caribe”, Alexandra Johnson, Ivelisse Acevedo, Gladys Martínez, Facely Domínguez, Tiara Tai, Angelita Curiel “La Mulatona”, Marta Vargas, Francis Santini y Sasha. En República Dominicana hay una generación que no llegó a conocer a las vedettes, que, desde la mitad del pasado siglo, formaron parte de revistas artísticas de hoteles y night clubs del país, al igual que talentos de programas de televisión. Algunas se independizaron, convirtiéndose en protagonistas de una clase artística reconocida y galardonada por la sociedad en el siglo XX.
El tema se ha desempolvado a raíz de la situación de salud que padece Angelita Curiel “La Mulatona”, quien en los años 80 y la época dorada del programa televisivo “El Show del Mediodía” formó parte del elenco artístico y humorístico del clásico meridiano.
Las vedettes eran figuras femeninas que contaban con la gracia de tener un cuerpo espectacular (obviamente sin cirugía), tenían cierto talento para el canto, generalmente interpretando temas jocosos, y bailaban con movimientos y vestuario sugerentes.
En el país, la gran mayoría iniciaba en revistas musicales o cuerpos de baile, donde adquirieron experiencia y luego decidieron destacarse en solitario.
Premiaciones como El Dorado y Premios Casandra (El Soberano) llegaron a reconocer sus talentos.
En los años 90 aún eran parte de una clase artística que el público buscaba, durante la noche, en los nigths club y en el día con sus actuaciones en los programas de televisión.
Aquí se registran, desde los años 50, como vedettes a Gloria Normanda, María Antonieta Ronzino, Mayra “El Ciclón del Caribe”, Alexandra Johnson, Ivelisse Acevedo, Gladys Martínez, Facely Domínguez, Tiara Tai, Angelita Curiel “La Mulatona”, Marta Vargas, Francis Santini y Sasha. Esta última incluso anunció su regreso a los escenarios en 2015.
El periodista Juan Carlos Albelo recogió, en su especial de televisión “Trayectoria”, que difunde en su canal de YouTube, los testimonios y la historia de muchas de estas mujeres, que rompiendo estereotipos, decidieron ser parte del vedetismo dominicano.
Alexandra Johnson inició su carrera a los 18 años, en 1968. Antes perteneció a una agrupación musical, junto a Milton Peláez. Es en el programa “Sábado de Ronda”, que producía René del Risco Bermúdez, que el maestro Papa Molina, la orquesta de planta del espacio, la observa y la recomienda con Josefina Miniño para ponerla a cantar en la orquesta.
“Mi meta era ser artista y bailarina, y ahí inicié el vedettismo, me lancé en el programa Los Martes de Montecarlos y fue un boom”, reveló a Trayectoria. Alexandra viajó a varios países con el show “Fantástico Latino”.
Recuerda que, para la época, ella tenía que hacerse su vestuario, maquillarse y peinarse. Llegó a grabar los sencillos “Tengo fuego”, “Que triste” y “Oh papá”.
El nombre de “La Mulatona” nace para un segmento de humor, en El Show del Mediodía, en el que Freddy Beras Goico, interpreta una parodia de temas cotidianos, a ritmo de la canción “La Mulatona”, canción compuesta por Piro Valerio.
La versión más conocida popularmente fue grabada por Ramón Gallardo en 1963, cantada por Rafaelito Martínez.
Es aquí que la joven Angelita Curiel se convierte en el soporte visual, al bailar con gracia y creatividad durante el segmento de humor. Así el nombre artístico de Angelica Curiel, quien ya contaba con experiencia, bailando en el escenario, y quien traía el arte en las venas heredado de sus padres artistas, el barítono Tony Curiel y la cantante Ángela Vásquez.
De sus inicios Angelita recordó que, residiendo cerca de Radio Televisión Dominicana, su madre la llevó un día a un programa de televisión y quedó impactada con el cuerpo de baile que estaba enseñando. En ese entonces, con 12 años, estaba segura que quería pertenecer a ese mundo fantástico y la profesora Josefina Miniño se convirtió en su guía en el arte y en lo personal.
Perteneció por muchos años al cuerpo de baile de Josefina Miniño, llegando a ser pareja con el primer bailarín Frank Usero, y viajando a diferentes países bailando el folclor dominicano.
Su padre se oponía a que Angelita bailara, pero su madre la apoyaba, y en una presentación de Lope Balaguer, su padre reconoció su talento, sin saber que se trataba de su hija, y entonces decidió dejarla bailar.
Angelita estudió mercadotecnia y administración de empresas, pero nunca ejerció ninguna de las carreras, porque el baile la mantenía en los escenarios, con el tiempo el baile se transformó en actuación, donde también desarrolló una carrera importante de humor en la televisión.
Marta Vargas surgió a finales de la década de los 80, al igual que otras vedettes viene curtida por Josefina Miniño en el baile y Papa Molina en el canto. Fue parte de la revista “Fantástico Latino” y luego se lanzó como vedette, llegando a ganar los premios El Dorado, El Casandra y El Gordo del Año.
Se presentó en hoteles, nights club y viajó a varios países con su revista “Bonito y Sabroso”. Sobre la desaparición de las vedettes del mercado Marta Vargas entiende que con la aparición de las mujeres en los frentes de orquestas, que en ocasiones bailaban como vedettes, y actualmente muchas intérpretes del género urbano, por su manera de bailar y vestir, llegaron a sustituir a las vedettes.
Francis Santini grabó los temas “La castigadora”, “Tu serás mi bebé”, “Tembleque”, “Cariñito azucarado” y “Rayito de Luz”, estos dos últimos de la vedette puertorriqueña Iris Chacón. Oriunda de San Pedro de Macorís y formada artísticamente en Estados Unidos, tuvo que aprender a combinar el arte clásico con el popular.
“La Santini”, como la llamaban, se destacó a finales de la década de los 80 y los 90. Su incursión en la televisión del país, fue en el programa “Fiesta”, de Teleantillas. Allí hizo un baile en una silla, durante un casting que impresionó a todos. También presentó con gran éxito su espectáculo “La Santini así soy”.
El portal Merengala recordó que Mayra el Ciclón del Caribe fue sin duda la más popular vedette del país, merced a sus condiciones y atractivos.
Fue el “derriengue” de figuras populares del medio en los años 70 y 80, como Fernando Villalona, Mundito Espinal, y un famoso luchador de esos tiempos, a cada uno de los cuales le dio “un cariñito especial”, de los que no se devuelven. Inclusive la canción Mayra que canta Fernando, fue dedicada ella, asegura Merengala.
Mayra se fue a residir a Miami, donde se casó con un empresario cubano, quien la sacó del escenario por 19 años. Vino al país a raíz de su divorcio en el 1999.
En una entrevista para la revista Ovación declaró que retomaba el arte como vedette, pero el asunto se quedó en un simple anuncio.
“Lo que sucede es que el tiempo vital de las vedettes en los escenarios es muy limitado. Aparte de que cuando se casan y tienen hijos las cosas cambian”, indicó Merengala.
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