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Redacción Ciencia, 11 de agosto (EFE).- La violencia de género impacta en la salud; las mujeres que sufren hostigamiento en la pareja o que tienen una orden de restricción enfrentan mayor riesgo de infarto o ictus en los años subsiguientes, según un estudio publicado este lunes en la revista Circulation.
En 2001, cuando el estudio comenzó, las participantes promediaban 46 años y ninguna padecía enfermedad cardiovascular. El estudio demostró que en esas dos décadas, casi el 12 % de las mujeres sufrieron hostigamiento y el 6 % consiguió una orden de restricción.
Alrededor del 3 % de todas las mujeres estudiadas reportaron una nueva aparición de enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular a lo largo de los 20 años de la investigación.
En comparación con las mujeres no hostigadas, tenían un 41 % más de probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares. Las que habían obtenido una orden de restricción presentaban un 70 % más de probabilidades de sufrir enfermedad cardiovascular, y las mujeres cuyos historiales médicos confirmaban ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares eran más proclives a declarar que habían sido hostigadas o que habían conseguido una orden de restricción.
Violencia que genera estrés
“El hostigamiento es considerado con frecuencia una forma de violencia que no implica contacto físico, lo cual podría hacer que parezca menos grave, pero estos resultados muestran que el hostigamiento no debe restarse importancia. Puede ser crónico y las mujeres usualmente informan cambios significativos en respuesta a este, como mudarse de domicilio”, advierte Lawn.
El trabajo sugiere que la relación entre el hostigamiento y las enfermedades cardiovasculares podría deberse al estrés, que puede alterar el sistema nervioso, el funcionamiento correcto de los vasos sanguíneos y otros procesos biológicos, aunque la investigación no analizó en detalle estos mecanismos.
Los autores abogan por la necesidad de más investigación y por mejorar la formación de los profesionales sanitarios para comprender bien la relación entre el hostigamiento y el maltrato y la salud cardiovascular femenina. De manera simultánea, “debemos aumentar la sensibilización sobre los posibles perjuicios para la salud que acarrea sufrir violencia y proporcionar a las mujeres ayuda y recursos”, enfatizan.
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