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Washington, 25 de agosto (Yonhap) — El presidente surcoreano, Lee Jae Myung, reveló el lunes (hora local) que su primera cumbre con el presidente estadounidense, Donald Trump, comenzó con una atmósfera tensa, tras una publicación de Trump en redes sociales, pero terminó con pláticas “serias y colaborativas”, que él describió como “muy buenas”.
Los dos mandatarios se reunieron en la Casa Blanca, horas después de que Trump publicara en su cuenta de Truth Social, algo parecido a una “purga o revolución” en Corea del Sur, afirmando que se habían realizado registros en iglesias y una base militar estadounidense.
En un evento en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), Lee comentó que sus asesores temían que el encuentro se asemejara a la polémica reunión de Trump con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en febrero.
Añadió que, sin embargo, ya intuía que no sería así, señalando las lecciones aprendidas del libro “El arte de la negociación”, escrito por Trump.
El presidente surcoreano opinó que la alianza entre Seúl y Washington era “demasiado crucial” como para que Trump la perjudicara durante la reunión.
Lee manifestó que los resultados fueron muy positivos, indicando que las conversaciones durante las reuniones y el almuerzo se desarrollaron de forma muy seria y cooperativa.
La reunión en el Despacho Oval, seguida de una sesión ampliada y un almuerzo de trabajo, duró aproximadamente dos horas y media, superando las expectativas, y culminó en un ambiente amistoso.
Los dos líderes intercambiaron comentarios jocosos, y Lee bromeó sobre la posibilidad de que Trump construyera una “Torre Trump” en Corea del Norte y jugaran golf juntos allí, a la vez que expresó su esperanza de que Trump actuara como “pacificador”, al reunirse con el presidente del Comité de Asuntos de Estado norcoreano, Kim Jong-un.
Lee dijo que, antes de la cumbre, todos le aconsejaron tener paciencia, añadiendo que le complace mucho saber que fue un buen encuentro.
En un intercambio de obsequios después del almuerzo, Lee le regaló a Trump un palo de golf personalizado con su nombre grabado, una maqueta del histórico barco tortuga y un sombrero de vaquero con el lema de Trump “Make America Great Again” (MAGA) -Hacer a EE. UU. grande otra vez-. Cuando Trump mostró interés en el bolígrafo con el que firmó Lee, el mandatario surcoreano se lo entregó en ese instante, según la oficina presidencial.
Después, Trump llevó a los funcionarios surcoreanos a una “sala de obsequios”, donde los invitó a elegir entre artículos como gorras con el lema “MAGA”, pelotas de golf y alfileres para camisas, firmándolos personalmente y también obsequiando monedas presidenciales, según la oficina.
En una rueda de prensa después de las pláticas en la Casa Blanca, Trump elogió a Lee como un “tipo muy bueno” y un “muy buen representante para Corea del Sur”.
La oficina presidencial apuntó que la reunión sirvió como una oportunidad para que los dos líderes construyeran una relación personal.
La portavoz presidencial, Kang Yu-jung, declaró a los periodistas que la cumbre se desarrolló en un ambiente cálido y amigable en todo momento, y fue una ocasión para que los dos mandatarios fomentaran el afecto y la confianza mutuos.
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