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PARÍS (AP) — Unos 1.400 bomberos fueron movilizados el sábado en la región de Aude, en el sur de Francia, para impedir que se reactive el incendio forestal más grande registrado en el país en décadas, mientras se permitía a los habitantes volver a sus casas.
El prefecto de Aude, Christian Pouget, señaló que el fuego estaba controlado desde el jueves, tras haber devastado más de 160 kilómetros cuadrados en esta zona boscosa famosa por sus bodegas. Todas las carreteras estaban reabiertas, pero las autoridades prohibieron terminantemente el acceso al bosque, indicó Pouget en una conferencia de prensa el sábado.
“La batalla prosigue, los bomberos siguen trabajando para evitar que se reavive”, declaró.
El incendio causó un fallecido y 25 heridos, incluyendo 19 bomberos, añadió Pouget.
Se prevé que las altas temperaturas pronosticadas para los próximos días dificulten los esfuerzos de los bomberos.
“El fuego no se extinguirá hasta dentro de varias semanas”, indicó el coronel Christophe Magny, director del departamento de bomberos de Aude, quien añadió que existen varios “puntos críticos” que se están vigilando de cerca.
La agencia meteorológica de Francia, Meteo France, puso la mitad sur del país bajo alerta máxima por ola de calor. En la región de Aude se esperan temperaturas de hasta 39º Celsius (102º Fahrenheit) el sábado.
El sur de Europa ha registrado múltiples incendios de gran magnitud este verano. Los científicos advierten que el cambio climático está agravando la frecuencia y la intensidad del calor y la sequía, lo que hace que la región sea más propensa a los incendios forestales.
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Esta noticia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
