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Los legisladores buscarán la destitución del magistrado que dictaminó el arresto domiciliario de Jair Bolsonaro

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Los parlamentarios, congregados en la rampa de la sede del Congreso en Brasilia, anunciaron ante los medios que presentarán lo que denominaron un "paquete de la paz" para "pacificar" el país.

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Los parlamentarios, congregados en la rampa de la sede del Congreso en Brasilia, anunciaron ante los medios que presentarán lo que denominaron un “paquete de la paz” para “pacificar” el país.

Esto incluye remover a De Moraes, el instructor del caso contra Bolsonaro por un supuesto intento de golpe de Estado y que ayer le impuso arresto domiciliario por incumplir medidas cautelares previas sobre el uso de redes sociales durante las protestas del fin de semana pasado.

El senador Flávio Bolsonaro, uno de los hijos del expresidente, calificó la medida contra el mandatario de “aberración jurídica” y atribuyó la decisión del magistrado a un afán de “venganza”.

“La solución a los problemas de Brasil reside aquí, en el Congreso”, declaró.

Adicionalmente, los parlamentarios volverán a proponer una amnistía “amplia” para los participantes en los eventos del 8 de enero de 2023, cuando miles de seguidores del expresidente invadieron de forma violenta las sedes de la Presidencia, la Corte Suprema y el Congreso en Brasilia, solicitando una intervención militar contra el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

Los legisladores de ultraderecha defienden desde hace tiempo la amnistía, pero los proyectos propuestos con ese objetivo no han conseguido el apoyo necesario en el Congreso, debido a la firme oposición del Gobierno de Lula.

Leer más: Corte Suprema de Brasil ordena arresto domiciliario contra Bolsonaro

El tercer elemento del paquete es una enmienda constitucional para terminar con la inmunidad parlamentaria, para que los legisladores sean juzgados por tribunales de primera instancia y no en el Supremo, como sucede en la actualidad.

Según el senador Rogério Marinho, lo que se concibió como un “escudo” para resguardar a los parlamentarios, ahora es un “arma de subordinación” ante la Corte Suprema.

Los legisladores ultra expresaron su frustración con el presidente del Senado, David Alcolumbre, un aliado de Lula que hasta ahora ha frenado la mayoría de estas propuestas, y amenazaron con obstruir la tramitación de proyectos si no se les escucha.

“Puede ser aliado del Gobierno, pero no puede darle la espalda a la institución”, declaró.

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