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Los Mets anhelan ver al Juan Soto que lo convirtió en el jugador más acaudalado en la historia del béisbol, dándole un contrato de US$765 millones por 10 años. Ahora es el momento, necesitan ver a un Juan Soto constante en su producción ofensiva, que los ayude a llegar a la postemporada.
Hasta ahora, lo que han visto es un Juan Soto con una producción ofensiva muy similar a las olas del mar, que sube y baja con frecuencia. Soto no anduvo bien en abril y mayo, con promedios de .232 y .219, respectivamente. Resurgió en junio a .322 (90-29), con 14 extrabases (11 jonrones y tres dobles), y 20 remolcadas en 27 partidos.
Sin embargo, en julio volvió a caer con promedio de .210 (81-17), con siete extrabases (cinco cuadrangulares y dos dobles) y 15 producidas en 23 juegos. En los cinco primeros juegos de agosto aún no ha conectado el primer extrabase entre sus cinco hits en 19 turnos.
Luego de la pausa por el Juego de Estrellas, Soto apenas batea para .172 (58-10), con tres extrabases (un doble y dos cuadrangulares), y siete impulsadas en 16 juegos. Lo peor de todo es que Soto no ha bateado en la temporada con corredores en posición de anotar, promediando .184 (98-18), con dos cuadrangulares y 38 impulsadas. Apenas tiene un jonrón en los últimos 15 juegos.
Ese no se parece en nada al Juan Soto que conocemos y por el cual los Mets pagaron ese mega contrato por diez años. El promedio de Soto en la primera temporada con los Metros no se asemeja a los acostumbrados, con .249, con 16 dobles y 25 jonrones.
Su línea ofensiva tampoco está a su nivel, incluso puede ser la primera vez en su carrera que su porcentaje de embasarse finalice por debajo de los .400 y su slugging por segunda vez sea menor a los .500. En la actualidad su OBP está en .383 y el slugging en .477.
Lo mejor de todo, es que Soto tiene tiempo para reivindicarse y empezar a producir como se espera, porque a pesar de su inconsistencia ofensiva, los Mets se mantienen dentro de la clasificación.
Aunque han perdido tres juegos seguidos, tienen marca de 63-51, ocupando el segundo puesto en el “Wild Card” de la Liga Nacional con ventaja de +0.5. El primer “Wild Card” lo tienen los Cubs, con 65-48, con ventaja de +3.0.
Los Padres están en el tercero, con 62-51, a solo medio juego de los Mets. La suerte del equipo del Queens es que Cincinnati también juega con gran inestabilidad y están a dos juegos de distancia de los Padres.
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Los fanáticos de Boston insisten en presumir que son mejores sin el dominicano Rafael Devers. A juzgar por los resultados del equipo, podría parecer que realmente son mejores sin él. Esa es una verdad que a la vez no lo es. De la misma manera que los Mets no están en la clasificación por Juan Soto, tampoco los Medias Rojas están en dominando el “Wild Card” por no tener a Devers, ni los Gigantes se han hundido por las fallas ofensivas del dominicano.
La razón es simple, un solo jugador no hace a un equipo campeón. Se juntan muchos factores. La muestra es que en los Medias Rojas ningún jugador tiene promedio por encima de los .300. El mejor es Ceddanne Rafaela, con .266. El jugador más destacado a la ofensiva de Boston es Jarren Durán, quien es el líder de triples (12) en la Liga Americana. También es tercero en dobles (31) y décimo en hits (120) y 11 en anotadas (64). Nada extraordinario.
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Vladimir Guerrero Jr. está arrasando a la ofensiva, luego de la pausa del Juego de Estrellas. Ayer, bateó el jonrón 17, el doble 25 y un sencillo en cinco turnos, con dos remolcadas para llegar a 60. Luego del All Star Game batea para .360 (75-27), con 11 extrabases (cinco jonrones y seis dobles) y 14 impulsadas. Con esa ofensiva ayuda a los Azulejos a mantenerse en la cima de la división este y con el mejor récord de la Liga Americana, con 67-48.
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El derecho Freddy Peralta, de Milwaukee, aunque tuvo que batallar contra su dominio de sus pitcheos, se las arregló para convertirse en el primer ganador de 13 juegos en la temporada. El dominicano lanzó cinco entradas frente a los Bravos, permitiendo cuatro hits (uno jonrón), una carrera limpia, otorgó tres boletos, recetó siete ponches. Realizó 108 lanzamientos, que son bastantes para cinco entradas.
Los Cerveceros están jugando de forma increíble. Tienen el mejor récord de Grandes Ligas, con 69-44, 25 juegos por encima de .500. Acumulan un récord de 23-6 en sus últimos 29 partidos como visitantes, incluyendo 11-1 en los últimos 12, con seis victorias consecutivas.
En total, tienen un récord de 44-16 desde el 25 de mayo, la mejor racha de 60 partidos en la historia de la franquicia. Su diferencial de carreras de +126 es el mejor de las Grandes Ligas, lo cual es bastante sorprendente considerando que era de -32 tras un inicio de temporada de 0-4.
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El veterano Luis Severino, de los Atléticos, volvió a ganar en la ruta. Lanzó seis entradas frente a los Nacionales, permitiendo cinco hits, tres carreras limpias, dos boletos y cinco ponches, mejorando su marca a 6-11 y efectividad de 4.82.
Ahora en la ruta tiene registro de 5-2 y efectividad de 3.17, mientras que en su casa tiene marca de 1-9 y efectividad 6.34, definitivamente dos comportamientos muy diferentes.
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Willy Adames conectó este martes el jonrón 18 y llegó a 61 impulsadas, con promedio de .232. Todavía está muy lejos de los números que consiguió la temporada pasada, que fue el motivo principal por el que los Gigantes lo contrataron por siete años y US$182 millones.
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Nadie sabe las razones por las que el mánager de los Yankees, Aaron Boone, insiste en darle los juegos cerrados a Devin Williams, quien por segundo juego seguido pierde la ventaja y el partido. El lunes, los Yankees llegaron al noveno inning ganando 5-4 y Williams le permitió un jonrón a Joc Pederson para empatar. Ayer, los Mulos llegaron ganando 2-0 a la octava y en un abrir y cerrar de ojos ya el juego estaba empatado. Los Yankees ahora han perdido cinco seguidos y Texas se les ha colocado a medio juego en el tercer “Wild Card” y los Guardianes a un juego y medio.
Lo inexplicable es que la gerencia trajo al dominicano Camilo Doval desde San Francisco y a David Bednar desde los Piratas para olvidarse de Williams, pero Boone no está en esa misma página. A Doval lo utilizó el lunes en la séptima entrada y a Bednar en la octava. Ayer, utilizó a Doval en la sexta.
Eso es un claro indicador de que Boone no está de acuerdo con la gerencia y ustedes saben lo que le sucede a los mánagers que se van en contra de los jefes. Circulan muchos rumores de que Boone perdió el control del clubhouse de los Yankees. Así que su tiempo al frente de ese equipo podría estar contado.
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El japonés Shohei Ohtani, de los Dodgers, todavía no ha conectado el primer jonrón en agosto. Se ha detenido en 38. Tiene una racha de nueve juegos consecutivos sin sacar la bola del parque. Algo extraño. Su último vuelacercas fue el 26 de julio. Antes de eso tuvo una racha de cinco juegos seguidos sacándola del 19 de julio al 23 de julio.
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