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En este contexto, ha reprochado que los mismos políticos y grupos apoyen los aranceles impuestos por la Administración estadounidense de Donald Trump contra la nación y ha aseverado que demuestran ser unos “traidores”.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha declarado que se presentará a las elecciones presidenciales de 2026 si su estado de salud se lo permite, a la vez que ha criticado a miembros de la oposición y a “líderes fascistas” por considerar que tienen conexiones con Estados Unidos.
En ese sentido, ha censurado que estos mismos políticos y grupos respalden los aranceles impuestos por la Administración estadounidense de Donald Trump contra el país y ha afirmado que evidencian ser unos “vendepatrias”.
“Estamos experimentando una aberración política: alguien que hacía campaña con la bandera brasileña ahora se envuelve en la bandera de Estados Unidos y pide impuestos contra Brasil”, ha lamentado Lula durante un discurso, refiriéndose al diputado de Sao Paulo por el Partido Liberal e hijo del expresidente Jair Bolsonaro, Eduardo Bolsonaro, a quien ha calificado de ser un “enemigo de Brasil”.
Este término, ha dicho, se aplica a todos aquellos que “piden sanciones directamente contra el pueblo brasileño”. Ante la imposición de estos gravámenes, el Gobierno de Lula ha optado por evitar enfrentamientos con Washington y aumentar sus intercambios comerciales con otras naciones.
Además, Lula ha enfatizado que Brasil seguirá “intentando negociar la revocación de estas tarifas arancelarias a las exportaciones brasileñas” y ha remarcado que esto se llevará a cabo “con orgullo y soberanía, y permitirá al pueblo brasileño recuperar sus símbolos nacionales”.
“Brasil ya no depende tanto de Estados Unidos; tenemos buenas relaciones con otros países. No olvidaré nuestras relaciones, pero tampoco olvidaré que dieron un golpe de Estado”, ha manifestado, al mismo tiempo que ha hecho hincapié en la importancia de tener una moneda “alternativa al dólar” para comerciar con otros países.
“Estados Unidos es el país más beligerante del mundo, el más avanzado tecnológicamente y el que tiene la mayor economía del mundo, pero queremos ser respetados por nuestro tamaño. Tenemos intereses económicos y estratégicos. Queremos crecer y no somos una república pequeña”, ha señalado.
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