Tecnologia

Manipulación y chantaje en el instante

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Uno de ellos es el ciberacoso, que puede afectar a los usuarios al interactuar en redes sociales o plataformas de mensajería.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

En la vida, todo tiene un costo, y la Internet no es la excepción. Ofrece oportunidades, pero también presenta riesgos. Uno de ellos es el ciberacoso, que puede afectar a los usuarios al interactuar en redes sociales o plataformas de mensajería.

El ciberacoso es la intimidación a través de las tecnologías digitales. Incluye difundir mentiras o publicar fotos o videos humillantes en redes sociales. También implica enviar mensajes, imágenes o videos hirientes, abusivos o amenazantes a través de plataformas de mensajería. Además, se refiere a hacerse pasar por otra persona para enviar mensajes agresivos o a través de cuentas falsas. Finalmente, abarca actos de intimidación o acoso sexual con herramientas de IA generativa.

Al navegar en la Web, los niños y jóvenes pueden exponerse a discursos de odio, contenido violento, mensajes que incitan a autolesionarse e incluso al suicidio. Incluso, se colocan en una posición más vulnerable al reclutamiento por parte de grupos extremistas.

La verdad absoluta que se le atribuía a las publicaciones de los diarios impresos ahora ha sido desplazada hacia las plataformas digitales, que a menudo se usan como fuentes de desinformación, extorsión y teorías conspirativas.

Nunca ha sido tan fácil para los agresores acceder a la intimidad de sus víctimas, compartir imágenes y animar a otros a cometer delitos. Esto se facilita por la cantidad de información que los usuarios publican a diario.

Los menores también corren peligro cuando las empresas tecnológicas violan su privacidad para recopilar datos con fines de marketing.

Se calcula que un tercio de los jóvenes en treinta países ha reportado haber sufrido ciberacoso, y uno de cada cinco falta a la escuela debido a ello.

Mientras no se cree una normativa específica y efectiva para castigar estas prácticas, podemos comenzar a evaluar de manera crítica los sitios web que se visitan. Protéjase de las amenazas en línea. Resguarde la privacidad de sus perfiles, no comparta información personal ni contraseñas, evite interactuar con desconocidos y no permita que los menores utilicen plataformas que no son adecuadas para su edad.

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