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PITTSBURGH — Con una mezcla de instintos, destrezas atléticas y un poco de aprendizaje sobre la marcha, el dominicano Noelvi Marte se ha adaptado muy bien como jardinero derecho de los Rojos.
Marte, quien tuvo dificultades con los errores como antesalista desde la temporada pasada, patrulló la pradera derecha el 20 de julio — antes de que se convirtiera en su posición fija después de la llegada del Guante de Oro, Ke’Bryan Hayes, el 30 de julio. El equipo de Cincinnati ha estado más que satisfecho con los resultados de Marte hasta ahora.
“Desde el principio, pensé que se veía a gusto ahí. La verdad, creo que cuantas más situaciones afronte, mejor le irá”, declaró el mánager Terry Francona. “Tiene las herramientas y simplemente parece encajar muy bien ahí”.
Francona señaló que Marte — cuya posición natural era campocorto — podría sentir menos presión en el jardín derecho que la que sentía cuando enfrentaba obstáculos tratando de afianzarse en la tercera base.
Marte, de 23 años, confirmó esa opinión.
“Sí, definitivamente”, expresó Marte. “La presión está desapareciendo. Porque cuando estás en el cuadro interior, debes estar atento a todo en anticipación a las jugadas. Debes atrapar la bola, dar un paso y lanzar, o atraparla y completar el doble play. Así que había muchas cosas que hacer, alistándome en el cuadro. Cuando estás en los jardines, solo debes atrapar la bola”.
Marte comenzó a practicar la captura de elevados en los jardines días antes del receso del Juego de Estrellas antes de ver acción en esa posición. Ha trabajado de cerca con el coach de primera base y jardineros Collin Cowgill en los detalles del jardín derecho, incluyendo cómo leer los batazos y qué rutas tomar.
Pero incluso si no puede leer bien un elevado o toma la ruta perfecta, Marte ha demostrado suficiente velocidad y capacidad atlética para compensar y hacer las atrapadas.
“Muchos muchachos no tienen la velocidad para hacer eso, especialmente en las esquinas”, dijo Cowgill. “Parece como si siempre hubiera estado ahí. Creo que lo más importante sobre esta transición es lo mucho que ha trabajado. No ha dejado de atrapar elevados en las prácticas de bateo ni de hacer sus ejercicios. Está entusiasmado. Se deja instruir”.
Marte también ha aprendido otra habilidad que le ha ayudado bastante como jardinero — lidiar, como visitante, con los fanáticos rivales que le gritan desde las gradas. Como antesalista, no pasaba tanto por eso.
En esta situación, la barrera del idioma le ha beneficiado.
“A veces, me alegro de no entender tanto lo que me dicen”, reconoció Marte con una risa. “Entiendo que me están gritando cosas, pero simplemente sigo jugando como sé. No hay problema”.
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