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El Obispo de Lincoln en Nebraska (Estados Unidos), Monseñor James Conley, declaró esta semana que un centro federal de detención para inmigrantes que se planea en el estado debe dar acceso a los ministros católicos para brindar asistencia sacramental y pastoral.
El obispo hizo este anuncio luego de que el gobernador de Nebraska, Jim Pillen, comunicara la readaptación del Campamento de Ética Laboral estatal en McCook para acoger a inmigrantes sin papeles.
El sitio web del estado señala que el campamento ofrece actualmente un programa completo que combina prácticas basadas en la evidencia con oportunidades de tratamiento y educación para los reclusos. Pillen declaró a los medios locales esta semana que las instalaciones se transformarían y tendrían capacidad para 300 migrantes, según el Nebraska Examiner.
En su propia declaración de esta semana, Monseñor Conley afirmó que la Diócesis de Lincoln ha estado autorizada a administrar los sacramentos y la atención pastoral a los detenidos en el campamento “durante décadas”. La diócesis ha podido celebrar Misa allí “semanalmente”, agregó.
“Será de suma importancia que toda persona detenida en el centro federal de detención migratoria de McCook también pueda acceder a atención pastoral regular y continua”, manifestó el obispo. “Esto es fundamental para la dignidad de cada ser humano, puesto que todos estamos llamados a la unión con Dios”.
El obispo además instó a que las instalaciones no deberían utilizarse para detener a inmigrantes que se encuentran en el país de manera irregular, sino a “aquellos que hayan cometido delitos que pongan en peligro la seguridad pública”.
“Hacer lo contrario perjudicaría la legitimidad moral de la instalación y socavaría la confianza pública”, argumentó.
Monseñor Conley dijo que sigue “comprometido con la protección de la dignidad humana, el mantenimiento de la seguridad pública y el respeto a nuestros hermanos y hermanas migrantes”.
La carta del obispo llega unas semanas después de que a los líderes católicos de Florida se les permitiera el acceso pastoral al centro de detención de inmigrantes conocido como “Alligator Alcatraz” en los Everglades.
El Arzobispo de Miami, Thomas Wenski, previamente había expresado su preocupación porque no se permitía a los ministros católicos acceder a las instalaciones, aunque finalmente el estado permitió que se celebrara Misa allí a principios de este mes.
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