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Muchos anticipaban una prórroga de un año para arreglar asuntos personales, como vender bienes o finalizar negocios, antes de volver a Afganistán.
Las autoridades en Pakistán han reanudado las deportaciones forzadas de refugiados afganos después de que el gobierno federal se negara a extender un plazo crucial para su estancia, indicaron funcionarios el lunes.
La decisión afecta a cerca de 1.4 millones de afganos con tarjetas de Prueba de Registro, cuyo estatus legal venció a finales de junio. Varios aguardaban una extensión de un año para solventar asuntos personales, como vender propiedades o cerrar negocios, antes de regresar a Afganistán.
Además de los poseedores de tarjetas de registro, unos 800,000 afganos tienen Tarjetas de Ciudadano Afgano. La policía indica que ellos también residen ilegalmente en el país y están siendo arrestados antes de las deportaciones en el este de Punjab, el suroeste de Baluchistán y la provincia sureña de Sindh.
La determinación del lunes suscitó críticas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la agencia de refugiados de la ONU (ACNUR).
Por lo menos 1.2 millones de afganos han sido forzados a retornar de Irán y Pakistán este año, según un informe de junio de ACNUR. Las repatriaciones a una escala tan masiva tienen el potencial de desestabilizar la delicada situación en Afganistán, donde el gobierno talibán asumió el poder en 2021.
Una notificación gubernamental del 31 de julio vista por The Associated Press confirma la decisión de Pakistán de repatriar a todos los ciudadanos afganos con tarjetas de registro vencidas. Afirma que los afganos sin pasaportes válidos y visados paquistaníes están en el país de manera ilegal y deben regresar a su tierra natal bajo las leyes de inmigración de Pakistán.
La policía en todo Pakistán está deteniendo a afganos para transportarlos a los pasos fronterizos, de acuerdo con dos funcionarios gubernamentales y de seguridad que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar públicamente.
Comentaron que no hay arrestos masivos y que la policía tiene órdenes de realizar controles aleatorios para detener a extranjeros que viven ilegalmente en el país.
“Sí, los refugiados afganos que residen ilegalmente en Pakistán están siendo enviados de regreso de forma digna”, dijo Shakeel Khan, comisionado para los refugiados afganos en la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa.
La última operación es la acción más significativa hasta ahora bajo órdenes del gobierno federal en Islamabad, aseguró.
Rehmat Ullah, de 35 años, un afgano, explicó que su familia se trasladó a la ciudad noroccidental de Peshawar en Pakistán hace décadas y ahora se está preparando para regresar a casa.
“Tengo cinco hijos y mi preocupación es que perderán su educación”, expresó. “Nací aquí, mis hijos nacieron aquí y ahora estamos regresando”, manifestó.
Millones han huido a Pakistán en las últimas cuatro décadas para evadir la guerra, la inestabilidad política y las dificultades económicas. La reanudada campaña de deportación sigue a una represión nacional iniciada en 2023 dirigida a extranjeros que viven ilegalmente en el país.
El Ministerio del Interior, que supervisa la campaña, no hizo comentarios al respecto.
Qaiser Khan Afridi, portavoz de la agencia de refugiados de la ONU, expresó gran preocupación por las recientes acciones del gobierno.
“Enviar a las personas de esta manera equivale a un refoulement (devolución) y una violación de las obligaciones internacionales de un Estado”, dijo Afridi en un comunicado, instando a Pakistán a adoptar un “enfoque humano para asegurar el retorno voluntario, gradual y digno de los afganos” y elogió al país por acoger a millones de refugiados afganos durante más de 40 años.
“Instamos al gobierno a detener el retorno forzoso y asegurar un proceso de repatriación gradual, voluntario y digno”, afirmó Afridi. “Un retorno tan masivo y apresurado podría poner en peligro las vidas y la libertad de los refugiados afganos, además de arriesgar la estabilidad no solo en Afganistán sino en toda la región”.
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