Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Los entornos de Tecnologías de la Información (TI) y Tecnología Operacional (OT), que dan soporte a nuestra infraestructura vital, se enfrentan a un panorama urgente y peligroso debido a ciberamenazas cada vez más focalizadas, persistentes y automatizadas.
Según el Reporte Global de Amenazas 2025 de Fortinet: “los entornos OT ya no son daños colaterales, sino que están empezando a ser objetivos primarios. Los ciberdelincuentes están utilizando Amenazas Persistentes Avanzadas (APT) dirigidas a las redes industriales no solo para robar información, sino también para interrumpir servicios cruciales, exigir rescates o infiltrarse para una futura explotación.”
El último informe del laboratorio de inteligencia y análisis de amenazas de Fortinet, desveló que durante la primera mitad de 2025, República Dominicana sufrió 233.5 millones de intentos de ciberataques. Latinoamérica, en su conjunto, representó el 25% del total de detecciones a nivel mundial.
Los ciberatacantes están operando de forma más inteligente. En lugar de lanzar campañas indiscriminadas, actualmente los actores de amenazas están invirtiendo en reconocimiento, escaneando redes a un ritmo de 36.000 intentos por segundo. FortiGuard detectó 81 millones de escaneos activos en República Dominicana entre enero y junio de 2025. Están identificando servicios vulnerables y usando esa inteligencia con herramientas basadas en IA para automatizar el camino desde la intrusión hasta la explotación.
Las redes de infraestructura crítica son particularmente atractivas para los grupos de ransomware. “Estamos presenciando un cambio del secuestro de datos al secuestro de servicios. La industria manufacturera es, por segundo año consecutivo, la vertical más atacada. Los atacantes están calculando con precisión el daño que causaría un retraso en la línea de producción, e integrando esa información en sus manuales de extorsión. Las industrias de manufactura, telecomunicaciones, salud y servicios financieros siguen experimentando un aumento en ciberataques personalizados, con adversarios desplegando explotaciones específicas por sector”, afirma el informe de FortiGuard Labs de Fortinet.
La IA es un arma de doble filo
La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama de amenazas en ambas vertientes. Del lado ofensivo, los atacantes están usando herramientas de IA personalizadas como FraudGPT y WormGPT para generar correos de phishing, mapear superficies de ataque y automatizar campañas de ingeniería social sumamente realistas a una velocidad alarmante.
En el lado defensivo, Fortinet está integrando en su estructura de seguridad tanto IA discriminativa para detectar malware nuevo como IA generativa (GenAI) para resumir y priorizar alertas. La IA generativa puede potenciar el trabajo de los analistas, reducir el agotamiento y ayudar a disminuir el tiempo medio de respuesta. Donde el personal cualificado suele ser limitado, la inteligencia de amenazas basada en IA, combinada con el contexto específico del dominio, puede tener un impacto significativo en la detección y respuesta.
Un llamado a la acción: Lo que las organizaciones deben hacer
La modernización en entornos industriales agrava aún más el riesgo cibernético. Con el crecimiento constante del IoT industrial, el 5G, las redes celulares privadas y los modelos de gestión directa a la nube, hay más dispositivos conectados que nunca y su exposición es cada vez mayor.
Estas son las tres prioridades clave para los defensores:
A medida que los actores de amenazas se vuelven más rápidos, sigilosos e ingeniosos, la defensa de las infraestructuras críticas exige más que las medidas de seguridad tradicionales. Requiere conciencia de la situación, búsqueda activa de amenazas y la madurez operativa para actuar en base a la inteligencia, no solo para recopilarla.
Fortinet se compromete a ayudar a las organizaciones a dar el siguiente paso, con herramientas diseñadas específicamente, información en tiempo real y un enfoque unificado para salvaguardar los sistemas de los que dependen la industria moderna y las infraestructuras críticas.
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