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La fórmula del éxito de Roblox radica en su combinación de entretenimiento, comunidad y libertad. A diferencia de otros videojuegos más restrictivos, aquí los niños deciden a qué quieren jugar.
Si tienes un hijo, sobrino o nieto en edad escolar, seguramente has oído hablar de Roblox. Este videojuego, que a simple vista puede parecer uno más, se ha convertido en un auténtico fenómeno entre niños y adolescentes de todo el mundo. Con más de 70 millones de usuarios activos diarios en 2025, es mucho más que un simple pasatiempo: es un universo virtual en el que los jóvenes juegan, crean, socializan y hasta sueñan con ser desarrolladores.
Roblox no es un juego tradicional con una historia o un objetivo único, sino una plataforma online que alberga miles de juegos creados por la propia comunidad. Desde aventuras de rol hasta simuladores de carreras, pasando por mundos de moda, mascotas virtuales o incluso conciertos interactivos, el abanico es inmenso.
Cualquier usuario, incluso niños, puede convertirse en creador y diseñar su propio juego sin necesidad de ser un experto en programación, gracias a Roblox Studio, la herramienta oficial. Esto abre la puerta a que los jóvenes no solo jueguen, sino que aprendan habilidades tecnológicas y de creatividad que podrían marcar su futuro.
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La clave del éxito de Roblox reside en su combinación de diversión, comunidad y libertad. A diferencia de otros videojuegos más cerrados, aquí los niños eligen a qué quieren jugar y cómo quieren personalizar a su avatar, con ropa, accesorios e incluso gestos únicos.
Además, Roblox funciona como una red social segura (con controles parentales) en la que los adolescentes pueden chatear con amigos, colaborar en misiones y compartir experiencias. No es solo un juego: es un lugar donde “quedar” después del colegio, como antes lo era el parque o el centro comercial.
Otro de sus grandes atractivos es la moneda virtual “Robux”, que se utiliza para comprar mejoras dentro de los juegos o accesorios de moda digital. Muchos jóvenes disfrutan diseñando y vendiendo sus propias creaciones, generando un auténtico mercado virtual que mueve millones de dólares cada año.
Roblox no solo entretiene, también enseña. Cada vez más colegios y academias de programación lo utilizan como herramienta para acercar a los niños al mundo del código, el diseño 3D y la lógica computacional. Es, en cierto modo, un puente entre el juego y el aprendizaje.
Además, grandes marcas y artistas ya se han unido a este universo digital con eventos exclusivos. Desde conciertos virtuales hasta colecciones de moda dentro de la plataforma, Roblox refleja cómo el entretenimiento y el consumo juvenil se trasladan cada vez más a lo digital.
Aunque Roblox incluye sistemas de seguridad y moderación, es conveniente que los padres estén atentos. Es recomendable configurar controles parentales, limitar las compras de Robux y acompañar a los más pequeños en sus primeros pasos. La supervisión, como en cualquier juego online para menores, es clave para que la experiencia sea positiva.
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