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Washington. Donald Trump manifestó ayer, 11 de agosto, su deseo de calibrar la situación en la cumbre del viernes con su par ruso Vladimir Putin, lo que genera inquietud en Ucrania y entre los líderes europeos por temor a un desenlace perjudicial para Kiev.
El presidente estadounidense fue poco preciso sobre sus previsiones. Manifestó que espera un encuentro “constructivo” en Alaska y que le parece “muy respetuoso” por parte de Putin que se desplace a su territorio.
Pero hizo un comentario que seguramente inquietará al presidente ucraniano Volodimir Zelenski y a sus aliados europeos.
“Me perturbó un poco que Zelenski dijera: ‘Bueno, tengo que obtener la aprobación constitucional’. O sea, consiguió la aprobación para entrar en guerra y matar a todo el mundo, pero requiere una autorización para intercambiar territorio”, declaró.
“Porque habrá intercambio de territorio”, pronosticó Trump.
Los europeos, a quienes Trump promete contactar en cuanto finalice su reunión con Putin, intentan influir en el presidente estadounidense de aquí al viernes.
El republicano ha sido invitado a sumarse a una videoconferencia el miércoles con varios países de la Unión Europea, Ucrania y la OTAN.
Según Trump, el encuentro del viernes debería allanar el camino para una cumbre entre los jefes de Estado de Ucrania y Rusia.
“El próximo encuentro será con Zelenski y Putin, o Zelenski y Putin conmigo. Estaré presente si me necesitan, pero deseo concertar una reunión entre ambos líderes”, expresó el republicano.
También declaró, lo contrario. “Tal vez les diga: ‘Buena suerte, sigan peleando'”. O quizás diga: ‘Podemos llegar a un acuerdo'”, comentó.
En un curioso desliz afirmó dos veces que la reunión con Putin se celebraría “en Rusia”, en lugar de Alaska, un territorio cedido por los rusos a los estadounidenses en el siglo XIX.
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