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Justo antes de emprender el viaje, los especialistas han recomendado realizar algunos ejercicios de movilidad previos, especialmente para quienes tienen historial de dolor lumbar o cervical.
La Sociedad Española de la Columna Vertebral (GEER) aconseja hacer paradas frecuentes en trayectos largos en coche para estirar y caminar, entre otras recomendaciones básicas para cuidar la espalda y prevenir dolores lumbares o cervicales durante las vacaciones de verano.
Con la llegada de agosto, el mes predilecto para las vacaciones de los españoles, la sociedad científica que reúne a médicos y cirujanos especialistas en el diagnóstico, prevención y tratamiento de las afecciones de la columna vertebral en España ha destacado varias sugerencias a considerar antes, durante y después de los desplazamientos.
Así, en la preparación del viaje, los expertos del GEER han recomendado cuidar la postura al hacer la maleta, sobre todo si es grande, ya que tomará más tiempo, por lo que se debe preparar a una altura apropiada que evite una flexión de tronco excesiva. Además, han pedido evitar cargar las mochilas en un solo hombro y tirar de las maletas con una sola mano.
Justo antes de viajar, los especialistas han recomendado realizar algunos ejercicios de movilidad previos, sobre todo las personas con historial de dolor lumbar o cervical. Durante el viaje, para estas personas puede ser también beneficioso utilizar un soporte lumbar; un cojín o una toalla enrollada pueden servir.
Los expertos han hecho hincapié en la importancia de adoptar una buena postura durante los trayectos, pues si estos son largos se tiende a deslizar la zona baja de la espalda hacia la parte delantera del asiento, colocándola en una posición inclinada que no es aconsejable.
Por el contrario, la postura adecuada es la de la espalda bien apoyada en el respaldo, con rodillas y caderas en ángulo recto. En esta línea, han puntualizado que la típica posición de las rodillas por encima de las caderas, con la que se asocia la comodidad, tampoco es recomendable.
VIAJES EN AVIÓN Y TREN
Si se viaja en avión o en tren y el trayecto dura más de dos horas, los especialistas aconsejan levantarse cuando se permita, caminar por el pasillo, hacer rotaciones de tobillos y estiramientos suaves. Asimismo, en el asiento o de pie es conveniente realizar algunas flexiones suaves del cuello y hombros, rotación de tronco, si el espacio lo permite), estiramiento de isquiotibiales y gemelos y elevaciones de talones y puntas para activar la circulación.
Asimismo, han hecho un llamado a evitar comidas muy pesadas antes o durante el viaje, algo que no solo afecta la espalda sino el bienestar general, ya que pueden causar inflamación o molestias abdominales, que a su vez pueden alterar la postura. La hidratación también es clave para prevenir la rigidez muscular. En este punto, han recordado que en muchos aeropuertos ya se pueden rellenar las botellas de agua después del control de seguridad.
Al llegar al destino, lo mejor es caminar unos minutos y hacer estiramientos suaves. Las recomendaciones dadas para hacer las maletas sirven también para deshacerlas. En caso de dolor de espalda, hay que evitar estar tumbado mucho tiempo durante el primer día, de modo que debe priorizarse un ejercicio suave sobre el reposo absoluto.
PRECAUCIÓN CON LAS LESIONES MEDULARES
En el contexto estival, los expertos del GEER también han alertado sobre las lesiones medulares, sumándose a las autoridades sanitarias para pedir mucha precaución al volante y también en playas y piscinas.
Como han señalado, cada año se registran en España entre 500 y 1.000 casos nuevos de lesión medular, más frecuentes en verano y relacionadas principalmente con los accidentes de tráfico y las imprudencias en la práctica deportiva, con una incidencia cada vez mayor en personas jóvenes.
Según los datos del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, centro de referencia nacional, el mayor número de lesiones ocurre entre los 16 y 30 años. De hecho, aproximadamente el 80 por ciento de estas lesiones se dan en el grupo de 16 a 45 años.
La Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia de 2022 del INE muestra que casi 150.000 personas viven con este problema en centros y residencias. Se trata de un dato que casi se ha quintuplicado en comparación con el de hace una década y que podría reducirse notablemente si se tiene en cuenta que muchos accidentes de tráfico y lesiones en playas y piscinas son muy evitables.
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