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Rusia estrecha el control estatal sobre internet y las apps foráneas

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Pero está mejorando".

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Berlín, Alemania.- Rusia está redoblando sus esfuerzos para coartar la libertad en línea, dando nuevos pasos hacia un internet draconiano y controlado por el Estado.

Las autoridades están tomando medidas enérgicas contra las alternativas que los rusos han estado usando para acceder a aplicaciones extranjeras y contenido prohibido, incluyendo nuevas leyes recientemente firmadas por el presidente Vladímir Putin. Moscú también ha estado obstaculizando el funcionamiento de servicios de compañías tecnológicas estadounidenses, como YouTube, que los rusos han utilizado desde hace años.

Paralelamente, el Kremlin está construyendo un ecosistema de alternativas rusas a los productos tecnológicos occidentales, fácilmente monitorizables y censurables. Eso incluye un nuevo servicio de mensajería, MAX, que vendrá preinstalado por ley en todos los nuevos teléfonos inteligentes vendidos en Rusia a partir del próximo mes.

“El objetivo es el control absoluto”, dijo Anastasiia Kruope, investigadora de Human Rights Watch.

El Kremlin quiere controlar no solo la información disponible en línea, sino también dónde y cómo fluye el tráfico de internet, explicó Kruope, de manera que el internet ruso pueda funcionar de forma aislada y activarse y desactivarse a voluntad.

La capacidad técnica de Rusia para tomar medidas drásticas “no está totalmente al nivel que desearían”, añadió Kruope. “Pero está mejorando”.

Rusia durante mucho tiempo tuvo uno de los entornos más abiertos y despreocupados del mundo en línea. Pero el Kremlin comenzó a ver esa libertad como una amenaza, sobre todo tras el ascenso de Alexéi Navalni, el activista de la oposición que murió en prisión el año pasado. Sus revelaciones sobre la élite de Putin, inicialmente dadas a conocer en publicaciones del blog Live Journal y posteriormente en videos de YouTube, le dieron millones de seguidores en línea y el poder de movilizar protestas masivas en las calles.

En vísperas de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Putin en 2022, el Estado se hizo cargo indirectamente de VK, la red social más grande del país.

Moscú también ha prohibido Facebook, Instagram y X, y ha tomado medidas que han provocado que TikTok desactive funciones en Rusia.

El año pasado, tras desarrollar un servicio de streaming de video en VK, Rusia comenzó a restringir YouTube, empujando a los usuarios hacia la alternativa nacional, aunque con resultados variados.

Ahora, con MAX, las autoridades han indicado que podrían atacar las aplicaciones de mensajería extranjeras, en particular WhatsApp, propiedad de Meta y con casi 100 millones de usuarios mensuales en Rusia. Telegram también podría ser blanco.

Si se bloquean WhatsApp y Telegram, los rusos aún podrían acceder a ellas mediante redes privadas virtuales (VPNs), servicios que redirigen el tráfico de internet para eludir las restricciones. Y muchos rusos aún usan YouTube, Instagram y Facebook a través de VPNs.

Aunque las VPNs no son explícitamente ilegales, Moscú está intensificando sus esfuerzos para evitar su uso. A finales del año pasado, las autoridades rusas habían bloqueado cerca de 200 VPNs, informa Human Rights Watch.

Una nueva ley exige que los servicios gubernamentales se ofrezcan a través de MAX. Las autoridades locales han indicado que los maestros estarán obligados a utilizarla para comunicarse con estudiantes y padres.

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