Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
El pádel es un deporte popular en España y en el mundo, pero conlleva riesgos de lesiones. El codo de tenista, las roturas de fibras del gemelo o los esguinces de tobillo son ejemplos de ello. La falta de prevención, una técnica incorrecta o el uso de material inapropiado incrementan las posibilidades de tener que parar de jugar.
El pádel ofrece beneficios para la salud, pero es crucial estar en forma físicamente, tanto en fuerza como en flexibilidad y gesto deportivo, para disfrutarlo de manera segura, sin lesiones, según explica Enrique Sainz de Murieta, médico rehabilitador de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), a EFEsalud.
Se pueden sufrir muchas lesiones si no se está bien preparado.
La epicondilitis lateral, o codo de tenista, es una de ellas y se debe al impacto repetitivo, a una empuñadura rígida y a la transmisión de vibraciones por la pala, explica Sainz de Murieta.
Los golpes repetidos, como el “smash” (remate) o el golpe llamado “víbora”, con el brazo en alto, pueden llevar a tendinopatía del manguito rotador y a problemas en los tendones extensores de la muñeca.
También pueden ocurrir lesiones por golpes en manos o muñecas, como esguinces, tendinitis de extensores y, menos frecuente, fracturas por caídas, indica el experto de la SERMEF.
Las lesiones en las extremidades inferiores se deben, sobre todo, a los cambios rápidos de ritmo en espacios cortos, como las roturas de fibras del gemelo interno, que “son típicas en arranques rápidos hacia bolas cortas o veloces”.
Las lesiones del sóleo y gemelos, por pequeños desgarros y contracturas, ocurren, señala Sainz de Murieta, en jugadores de mediana edad “con poca preparación física previa”, mientras que los esguinces de tobillo son causados por giros rápidos, y en este caso, las pistas con mucha adherencia los favorecen.
Y la sobrecarga repetida en movimientos cortos y saltos puede causar tendinopatía aquílea.
La fascitis plantar es otra lesión común en jugadores de pádel, especialmente en aquellos con sobrepeso u obesidad, al igual que la tendinopatía aquílea.
Las rodillas y caderas también pueden verse afectadas: meniscopatías y condropatías, causadas por giros sobre un punto de apoyo y que aumentan a partir de los 55 años “por la alta frecuencia de cambios degenerativos relacionados con la edad”.
El dolor en la ingle por sobrecarga de los aductores puede aparecer debido a los movimientos laterales frecuentes y potentes.
La columna vertebral también corre riesgos en el pádel: lumbalgias mecánicas y sobrecarga en las articulaciones facetarias, en jugadores con poca fuerza en el core.
En cuanto a los factores que aumentan el riesgo de lesiones jugando al pádel, según el experto de la SERMEF:
En resumen, Sainz de Murieta subraya que para disfrutar de este deporte sin lesiones es esencial estar en forma física, mejorar la técnica, para corregir posturas y movimientos perjudiciales, y dar prioridad a la recuperación “como una parte clave” del entrenamiento.