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Los dos mandatarios recorrieron una alfombra roja antes de pronunciar unas breves palabras y subir juntos a un coche oficial. Este encuentro es el primer cara a cara entre Trump y Putin desde 2018, y se lleva a cabo en suelo estadounidense, en un estado que fue parte del Imperio Ruso.
La cumbre tiene como objetivo explorar una posible tregua en Ucrania y tratar el futuro de la seguridad europea. Trump ha prometido “hacer todo lo que esté a su alcance para detener la masacre”, mientras que Putin ha expresado interés en reactivar las relaciones bilaterales.
Si bien se había rumoreado una reunión a tres bandas con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, este encuentro será solo entre Estados Unidos y Rusia. La Casa Blanca confirmó la asistencia del secretario de Estado Marco Rubio y del enviado especial Steve Witkoff como parte de la delegación estadounidense.
Aunque las expectativas son altas, los analistas advierten que cualquier acuerdo será delicado y que la situación en Europa seguirá siendo tensa. La reunión podría señalar un cambio de rumbo, pero no asegura el fin inmediato del conflicto.
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