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Millones de ucranianos luchan por mantener una rutina normal a pesar de los casi tres años y medio de guerra.Pavlo Nebroev pasó la noche en vela en Járkov, al noreste de Ucrania, a la espera del desenlace de la reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin, que al final consideró “inútil”.Los presidentes estadounidense y ruso se despidieron en Alaska el viernes sin comunicar nada sobre un posible plan de paz para Ucrania, aunque emitieron una serie de declaraciones comprometidas y gestos amistosos.”Los resultados son los que yo esperaba. Creo que es una gran victoria diplomática para Putin”, declaró a AFP Pavlo Nebroev, de 38 años, dueño de un teatro en Járkov.Esta semana, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, describió la cumbre como una “victoria personal” para Putin, que permanece aislado del mundo occidental desde la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022.”Esta reunión no sirvió de nada. Los problemas que conciernen a Ucrania deben resolverse con Ucrania, con la participación de los ucranianos y con su presidente”, insistió Nebroev.Más pesimista, la farmacéutica de Kiev, Laryssa Melny, cree que “no habrá paz” pronto y que el conflicto podría, en el mejor de los casos, congelarse temporalmente y luego reanudarse.El presidente estadounidense informó a Zelenski y a otros líderes europeos sobre el resultado de su encuentro con Putin el sábado por la mañana.El mandatario ucraniano anunció entonces que viajaría a Washington el lunes para discutir con su homólogo estadounidense los medios para poner fin a “las matanzas y la guerra”.En Járkov, una ciudad bombardeada con frecuencia, Olia Donik, de 36 años, paseaba el sábado por un parque soleado, como los millones de ucranianos que intentan llevar una vida normal pese a los casi tres años y medio de guerra.Dijo que no estaba “ni decepcionada ni sorprendida” por el resultado del encuentro entre Trump y Putin.”Fue interesante ver cómo acabaría. Y terminó en nada”, sostuvo y luego remató: “Seguimos haciendo nuestra vida, aquí, en Ucrania”.Ucrania y los europeos temían principalmente que Putin pudiera manipular a Trump en la cumbre y redefinir las fronteras del país sin la participación de Kiev.Mientras el encuentro se celebraba en Alaska, el ejército ruso lanzó 85 drones y un misil contra Ucrania durante la noche del viernes, según Kiev.Desde 2022, el país sufre mortíferos ataques rusos casi a diario, cobrándose la vida de cientos de civiles.”Con o sin negociaciones, Járkov es bombardeada casi a diario. En Járkov no se aprecia ningún cambio”, declaró a AFP Iryna Derkach, una fotógrafa de 50 años.Derkach acababa de hacer el minuto de silencio que se guarda cada mañana en todo el país para rendir homenaje a las decenas de miles de víctimas de la invasión rusa.”Creemos en la victoria, sabemos que llegará, pero solo Dios sabe quién nos la traerá”, comentó la mujer.”No perdemos la esperanza, donamos, ayudamos en todo lo que podemos. Hacemos nuestro trabajo y no prestamos mucha atención a lo que hace Trump”, añadió.Para Katerina Foutchenko, de 30 años y residente en la capital ucraniana, Trump no está verdaderamente “a favor de Ucrania”.”Quiere demostrarle al mundo que supuestamente está a favor de Ucrania y luego corre a reunirse con Putin y se hace su amigo”, expresó, al calificar a la cumbre de “vacía” e inútil para su país.Volodimir Ianovitch, un jubilado de 72 años, solo tiene una solución para proponer tras la reunión Putin-Trump: “Debemos fabricar misiles y enviarlos a Rusia”, sentenció.
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