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Una actuación, sea buena o mala, de una selección en categorías inferiores se refleja en la inversión realizada para su preparación.
Es sabido que la mayor parte de los fondos de las federaciones se destinan a las categorías adultas, que obtienen mucha publicidad al lograr un desempeño destacado en eventos internacionales.
En esencia, esa es la prioridad de la mayoría de las federaciones, dejando de lado la inversión en las categorías inferiores.
El error reside en aplicar ese enfoque, ya que una disciplina pierde calidad si no se invierte en los atletas del futuro.
El mejor ejemplo es el voleibol femenino, que trabaja en todas las categorías, buscando tener un nivel de calidad igual o superior al que se reemplaza.
La falta de atención a las categorías menores ha provocado fracasos continuos en deportes donde se era competitivo en todas las áreas.
Los Juegos Panam Junior, donde el país compite con unos 90 atletas, deben ser un indicador relevante para analizar la eficacia de la política de inversión en esas categorías en todas las disciplinas.
RADARES.- Hace poco, el campeón mundial Carlos Adames, “El Caballo Bronco”, solicitó con vehemencia la oportunidad de defender su título mundial en el país, pero, hasta ahora, nadie ha respondido. Es lamentable que aquí las cosas solo funcionen para los más favorecidos.
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