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SEGOVIA, 6 Ago. (EUROPA PRESS) –
Un residente de Segovia subastó una piedra que afirma haber recogido al pie del Acueducto y que dice que es parte del monumento, aunque tras la denuncia de la Concejalía de Patrimonio devolvió el material, que intentó subastar en sus redes sociales.
El vecino recogió una piedra de uno de los últimos arcos del Acueducto, justo los que culminan junto a la plaza de Avendaño, donde el monumento entra en una propiedad privada y el muro contiene diversos materiales de argamasa, además de piedras de granito de menor tamaño que las de la zona central.
Al parecer, el vecino vio el material suelto, pero no lo comunicó a las autoridades de Patrimonio del Ayuntamiento o de la Junta, sino que tomó la piedra, que supera los 17 kilos y la llevó a su casa, donde puso el sillar a subasta en Internet.
Según anunciaba, si en 3 meses no había sido reclamado por las autoridades, ejecutaría la subasta y donaría el importe a alguna organización.
Según fuentes municipales, tras aparecer el anuncio en las redes sociales del vecino y saltar la alarma por la apropiación de bienes del patrimonio histórico y cultural, la persona acudió a las autoridades para hacer efectiva la devolución de la piedra.
Desde ese momento, en sus redes aparece el mensaje de que la subasta se suspendió porque “el Ayuntamiento ha solicitado la piedra, que es lo que se pretendía”.
No obstante, a pesar de la devolución del material histórico, el caso ya está en manos judiciales, a través de la denuncia interpuesta por el Área de Patrimonio del Ayuntamiento, que ha comunicado el hecho a la Junta de Castilla y León, donde los técnicos juristas de Patrimonio también están estudiando la presunta irregularidad de este vecino.
Según afirman las fuentes municipales, independientemente de la devolución de la piedra, el Ayuntamiento va a actuar con firmeza, dado el comportamiento inapropiado de esta persona al retirar la piedra -que el vecino alega que ya estaba caída, fuera del monumento- y llevársela a su domicilio.
El consistorio considera que la actitud más lógica habría sido acudir a cualquiera de las autoridades que gestionan el Patrimonio y denunciar el mal estado, si así lo había, de esa parte del muro del monumento.
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