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El jefe de Estado de la República Dominicana volvió a destinar una parte importante de su intervención a la grave situación de Haití frente a la comunidad internacional. El presidente Luis Abinader declaró este miércoles ante la ONU que el país vecino atraviesa una “tragedia humana sin precedentes”, consecuencia de una violencia extrema, el colapso institucional y el dominio territorial de múltiples bandas delictivas que “infunden terror a la población”.
“La crisis multidimensional de Haití constituye una seria amenaza a la paz y la seguridad de la República Dominicana y de toda la región”, advirtió Abinader. Reiteró que gran parte de su discurso estuvo centrado en la coyuntura del país vecino, donde el 80 % de la capital, Puerto Príncipe, está bajo el control de pandillas criminales.
“La única salida para Haití es una acción internacional coherente y sostenida que garantice condiciones mínimas de seguridad y abra camino a un amplio acuerdo democrático y soberano entre los propios haitianos”, afirmó. Recordó que su gobierno y la administración de Donald Trump habían calificado a esas organizaciones como grupos terroristas, y subrayó que “no puede haber ningún tipo de negociación” con dichas pandillas.
La Misión Multinacional de Seguridad (MSS), encabezada por Kenia y creada en 2023 tras la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, está próxima a concluir su mandato en ocho días. Esta fuerza policial y militar internacional se formó con el objetivo de restablecer el orden público en Haití, pero, según el presidente Abinader, “aún no ha alcanzado sus metas”, señalando la escasez de efectivos y la falta de financiamiento como los principales obstáculos.
Por ese motivo, apoyó el proyecto de resolución presentado por Panamá y Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad, basado en la propuesta del secretario general Antonio Guterres, para fortalecer la MSS. El objetivo, explicó, es lograr “una estructura de mando reforzada, metas claras y medibles, y un apoyo logístico y operativo a través de una oficina bajo la autoridad de las Naciones Unidas”.
El mandatario también hizo un llamado urgente a los miembros del Consejo, en especial a los cinco permanentes, para que aprueben la resolución sin dilaciones, recordando que el mandato de la MSS expira el próximo 2 de octubre y que la República Dominicana actúa desde la propia frontera del colapso haitiano.
Insistió en la necesidad de revitalizar la ONU y el multilateralismo. “Este no es el futuro que imaginaron nuestros antepasados, ni el presente que merecen nuestras poblaciones. La ONU no puede limitarse a registrar crisis: debe ser la brújula en medio de la tormenta y el faro en la oscuridad”.
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