Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
La inteligencia artificial llegó a los despachos y áreas legales corporativas, pero su adopción efectiva avanza a ritmos diversos y con riesgos que no se solucionan con una moda tecnológica. La foto actual, según la firma chilena Lemontech, revela una brecha digital pendiente, un uso generalizado pero parcial de tecnologías como la firma electrónica avanzada y un desafío clave: medir para invertir. “Hay mucho margen para crecer. Muchas empresas, muchos despachos, incluso gobiernos, gestionan expedientes judiciales con carpetas físicas o con Excel”, comentó Juan Pablo Granda, director ejecutivo de Lemontech. Un dato ilustra la penetración de la tecnología y la inteligencia artificial en el sector legal de América Latina: el 45% de las empresas no emplea ningún tipo de indicador para medir su gestión. Según Granda, sin medición, no hay un caso de negocio claro para presupuestar tecnología jurídica. En México, la tecnología más utilizada en el ámbito legal es la firma electrónica avanzada. Le sigue el software de gestión del ciclo de vida de contratos (CLM), mientras que la automatización del cumplimiento normativo aún se aborda “de forma muy artesanal”, aunque ya existen herramientas específicas para ello.
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