Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
GINEBRA – Alcanzar una conectividad universal y significativa a internet para el año 2030 demanda una inversión de entre 2,6 y 2,8 billones de dólares, según el Plan de Acción para Conectar a la Humanidad, publicado este martes 2 por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
Se trata de un documento que detalla los retos, los costos proyectados y las estrategias de colaboración necesarias para asegurar que todas las personas, en cualquier lugar, puedan usar internet, incluyendo el estimado de un tercio de la humanidad que aún no está conectada.
Doreen Bogdan-Martin, secretaria general de la UIT, manifestó que “la conectividad digital significa generar oportunidades para la educación, el empleo y el acceso a servicios esenciales que pueden transformar vidas y comunidades”.
Con respecto a la suma planteada para cerrar la brecha digital, comentó que “si bien se necesitan recursos significativos para conectar a todos de manera significativa, estas inversiones contribuirán a un futuro digital próspero para todos”.
La cifra de 2,6 a 2,8 billones de dólares necesarios para cerrar la brecha digital es casi cinco veces superior a la obtenida por una evaluación de la UIT en 2020.
“Este drástico aumento subraya la urgencia de la cooperación internacional, la inversión colectiva y el intercambio de conocimientos si queremos alcanzar la visión de una conectividad universal y significativa para todos”, dijo el viceministro saudí de Comunicaciones y Tecnología de la Información, Haytham al Ohali.
Arabia Saudí participó junto con la UIT en la elaboración del informe y su publicación en esta ciudad suiza.
La UIT estima que aún hay 2600 millones de personas (el mundo cuenta con 8200 millones de habitantes) excluidas del mundo digital, siendo la conectividad un factor estrechamente ligado al nivel de desarrollo socioeconómico.
En 2024, se estimó que el 93 % de la población en los países de ingresos altos utilizaba internet, en comparación con solo el 27 % en los países de ingresos bajos.
Además, los 46 países menos desarrollados (mayormente de África al sur del Sahara y de Asia, más Haití en el Caribe) se encuentran considerablemente rezagados.
Según el documento, ampliar las redes de banda ancha para poblaciones desatendidas representa el mayor costo.
La infraestructura digital requiere entre 1,5 y 1,7 billones de dólares. El informe estima los costos de desplegar redes de fibra óptica en áreas urbanas y sus alrededores, redes inalámbricas fijas 4G en regiones rurales y satélites en las ubicaciones más remotas.
Mejorar la asequibilidad necesita 983 000 millones. Así, reducir el costo de los teléfonos inteligentes y los servicios de banda ancha, tanto fijos como móviles, es fundamental para que personas y hogares en todo el mundo, especialmente en regiones de bajos ingresos, puedan conectarse y mantenerse en línea.
En cuanto a las habilidades digitales, se requieren 152 000 millones de dólares. La conectividad por sí sola no es suficiente: las personas deben tener las habilidades necesarias para usar internet de manera efectiva.
Invertir en iniciativas de alfabetización digital a gran escala puede empoderar a las personas para acceder a la educación en línea, conseguir mejores empleos y participar activamente en una sociedad impulsada por lo digital.
Por último, el ámbito de políticas y regulación requiere 600 millones de dólares. Modernizar las regulaciones y crear entornos políticos a nivel mundial se considera esencial para desbloquear eficiencias y promover la innovación.
El informe subraya que el progreso global en conectividad ha sido desigual, y los 46 países menos desarrollados se encuentran muy rezagados debido a barreras de financiación, falta de experiencia técnica e infraestructuras poco confiables.
Para enfrentar estos desafíos, la UIT hace un llamado a adoptar enfoques empresariales innovadores y a una colaboración renovada entre gobiernos, la industria tecnológica, instituciones financieras de desarrollo y la sociedad civil.
Se busca no solo cerrar las brechas actuales sino evitar que surjan nuevas, especialmente en áreas como la inteligencia artificial.
El informe concluye con recomendaciones para acelerar la inclusión digital a nivel mundial, entre ellas: utilizar las escuelas como puertas de entrada al acceso a internet, invertir en infraestructura energética en África, y mejorar la recopilación de datos dentro de los países.
Los objetivos aspiracionales de la UIT incluyen una situación en la que el 100 % de la población mayor de 15 años utiliza Internet, posee un teléfono móvil y tiene competencias digitales básicas, y el 100 % de hogares, empresas y escuelas utilizan Internet y se logra la paridad de género en su uso.
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