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Agentes federales de inmigración arrestan a docenas de empleados en una fábrica neoyorquina

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Funcionarios policiales locales indicaron que la operación fue encabezada por Investigaciones de Seguridad Nacional, que no respondió a las peticiones de información.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

CATO, Nueva York, EE.UU. (AP) — Agentes migratorios federales forzaron las puertas de una fábrica de barritas energéticas en Nueva York y se llevaron a decenas de empleados, en un operativo policial sorpresa que el copropietario de la planta catalogó como “aterrador”.

Videos y fotos tomados el jueves en la planta de Nutrition Bar Confectioners mostraron numerosos vehículos policiales fuera de la planta y a trabajadores siendo escoltados desde el edificio hacia una camioneta de la Patrulla Fronteriza. Agentes de inmigración ordenaron a todos dirigirse a un comedor, donde pidieron pruebas de que los empleados estaban en el país legalmente, según un trabajador de 24 años que fue detenido brevemente.

Se desconoce el motivo de la redada. Funcionarios policiales locales indicaron que la operación fue encabezada por Investigaciones de Seguridad Nacional, que no respondió a las peticiones de información. Lenny Schmidt, copropietario de Nutrition Bar Confectioners, dijo que también desconocía el propósito del operativo.

“Debe haber una mejor forma de hacerlo”, dijo Schmidt a The Associated Press el viernes en el negocio familiar, en Cato, Nueva York, a unos 48 kilómetros (30 millas) al oeste de Syracuse.

Todos los empleados de la instalación contaban con documentación legal y sus antecedentes habían sido verificados, explicó Schmidt, y agregó que él habría cooperado con las fuerzas policiales si le hubieran informado que había motivos de preocupación.

“Entrar como lo hicieron es aterrador para todos: los hispanos que trabajan aquí, y todos los demás que trabajan aquí también, incluso para mí y mi familia. Es aterrador”, expresó.

El jefe policial del condado Cayuga, Brian Schenck, dijo que sus agentes estaban entre los presentes el jueves por la mañana después de que hace un mes se les solicitara que apoyaran a agencias federales en la ejecución de una orden de registro “relacionada con una investigación penal en curso”. No detalló la naturaleza de la investigación.

El trabajador de 24 años, que habló con la AP a condición de mantener el anonimato porque temía represalias, indicó que, después de mostrarles a los agentes que es un residente legal de Estados Unidos, anotaron su información y lo fotografiaron.

“Algunas de las mujeres comenzaron a llorar porque sus hijos estaban en la escuela o en la guardería. Fue muy triste de ver”, agregó el trabajador, quien llegó de Guatemala hace seis años y se convirtió en residente legal hace dos años después de trabajar con un abogado de inmigración.

Dijo que su pareja no tenía estatus legal y estaba entre las personas que fueron retiradas de la planta. Ambos comenzaron a trabajar en la fábrica hace unos dos años. A él lo asignaron al departamento de envoltura de barritas energéticas y a ella al área de empaque. Dijo que no pudo hablar con ella antes de que los agentes se la llevaran y no sabía dónde había sido detenida.

“Lo que nos están haciendo no está bien. Estamos aquí para trabajar. No somos criminales”, manifestó.

Schmidt dijo que creía que los agentes de inmigración están enfocándose en cualquier empresa que tenga “algún tipo de fuerza laboral hispana, ya sea pequeña o grande”.

La redada ocurrió el mismo día en que las autoridades de inmigración detuvieron a 475 personas, la mayoría de ellas surcoreanos, en una fábrica de vehículos eléctricos de la automotriz coreana Hyundai en Georgia.

Sin sus empleados ausentes, Schmidt estimó que la producción en la empresa de alimentos caería aproximadamente a la mitad, ante lo cual se dificultará satisfacer la demanda de los clientes. La planta emplea a cerca de 230 personas.

“Haremos lo que necesitemos hacer para seguir adelante y darles a nuestros clientes el producto que necesitan”, expresó, “y luego recuperarnos lentamente, recontratar donde lo requiramos”.

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, de filiación demócrata, indicó que entre los trabajadores detenidos hay padres de “al menos una docena de niños en riesgo de regresar de la escuela a una casa vacía”.

“Lo he especificado claramente: Nueva York trabajará con el gobierno federal para asegurar nuestras fronteras y deportar a criminales violentos, pero nunca permitiremos que agentes del ICE enmascarados separen familias y abandonen a los niños”, manifestó en un comunicado, refiriéndose al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas por sus siglas en inglés.

El grupo activista Rural and Migrant Ministry indicó que entre 50 y 60 personas, la mayoría de ellas de Guatemala, seguían detenidas el viernes. Entre los liberados el jueves por la noche, después de unas 11 horas, estaba una madre que necesitaba amamantar a su bebé recién nacido, señaló Wilmer Jimenez, director de programas del grupo.

El trabajador que fue detenido brevemente dijo que ha estado ayudando a mantener a sus padres y hermanos, quienes cultivan maíz y frijoles en Guatemala.

Indicó que se tomó el viernes libre pero planea volver al trabajo el lunes.

“Tengo que volver porque no puedo estar sin trabajo”, expresó.

Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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